La policía es escéptica sobre la decisión de fichar al ?superpolicía? americano Bill Bratton.
El malestar aumenta en la policía británica por las críticas del Gobierno sobre su actuación en los disturbios que afectaron al país entre el sábado y el martes, y a pesar de ello subraya sus logros, se defiende y sigue con las detenciones, que ya se acercan a los dos millares.
Una cifra que, sólo en Londres, donde ya se hay 1.414 detenidos y 810 procesados, podría elevarse, según los mandos policiales, a 3.000 personas, porque continúan los registros y los arrestos, y la decisión de las fuerzas de seguridad de publicar las imágenes grabadas de los disturbios está permitiendo identificar a muchos implicados más.
La tensión que hay desde hace días entre la clase política y la policía, aumentó ayer con el cruce de declaraciones de unos y otros.
Los mandos policiales, además, son escépticos a la decisión del primer ministro de fichar como asesor al “superpolicía” estadounidense Bill Bratton, excomisario de Nueva York y Los Angeles, para que ayude en la lucha contra las bandas.
En una entrevista a The Sunday Telegraph, Cameron prometió “tolerancia cero” frente a la delincuencia callejera, la misma que promovió hace años Rudolph Giuliani en Nueva York cuando Bratton era un mando policial en esa ciudad.
Cameron volvió a insinuar la lentitud de las fuerzas de seguridad en cambiar sus tácticas cuando las protestas iniciadas el pasado sábado pasaron a ser saqueos y actos violentos.
Su ministra de Interior, Theresa May, alimentó la polémica al subrayar que lo que se esperaba de la policía ante los disturbios era mano dura, y que fue cuando los agentes cambiaron su estrategia y pasaron a la ofensiva parando los disturbios cuando su labor obtuvo resultados. Mientras Cameron y May insistieron en defender los recortes presupuestarios, su compañero en el Partido Conservador, el alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo estar “obsesionado” con que haya más presencia policial, que es precisamente lo que ha funcionado para parar la ola de violencia.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Jefes de Policía, Hugh Orde, señaló que no necesita lecciones de un mando policial estadounidense.