La alegría por el anuncio del pacto entre Hamás e Israel que dejará en libertad a más de mil presos palestinos que serán canjeados por el soldado israelí Guilad Shalit ha dado paso en Gaza el nerviosismo de las familias por saber si sus hijos estarán entre los afortunados que vuelven a casa.
Cientos de miles de personas se echaron a las calles anoche en Gaza para congratularse por la próxima salida de 1.027 reclusos de las prisiones israelíes.
Muchos de quienes gritaban y hacían sonar el claxon de sus coches tienen familiares, amigos o seres queridos en esas cárceles.
Sin embargo, las primeras muestras de euforia han dado lugar rápidamente a la inquietud y angustia de las familias, que no tienen forma de conocer la lista de los elegidos y rezan para que sean los suyos.
Israel anunció hoy que hará público el próximo domingo el listado de los 450 que saldrán en una primera fase, un paso requerido por su legislación que permite al público apelar antes de que se conceda un indulto.
Otros 550 serán puestos en libertad dos meses más tarde y solo después de que el movimiento islamista Hamás ponga en manos de las autoridades egipcias, mediadoras en el pacto, a Shalit, capturado en 2006 por tres milicias palestinas cuando tenía 19 años y hacía guardia en territorio israelí próximo a la frontera con Gaza durante su servicio militar obligatorio.
Por el momento, Hamás no ha explicado si hará saber antes los nombres.
Salah Al Bardawil, dirigente del grupo islamista en Gaza, explicó a Efe que "la primera fase del acuerdo se empezará a implementar exactamente el lunes, pero por el momento no podemos revelar los detalles de las negociaciones secretas o los nombres de los presos que serán liberados".
"Nosotros no tenemos el listado con los nombres, es el brazo armado quien tiene todos los detalles", declaró.
Ahmed Alam, residente de Gaza de 35 años, se mostró generoso al reconocer a Efe que "esta muy contento con el pacto" incluso aunque este no incluya a su hermano, preso en Israel, porque, "aunque él no salga, habrá 1.027 familias contentas al ver a sus hijos volver a casa".
Quienes si pueden dejar correr la alegría sin cortapisas son quienes tengan a una familiar presa, puesto que Hamás ha asegurado que "no quedará ninguna mujer palestina en las prisiones israelíes".
Una de las grandes dudas es la posible liberación de los dos más importantes presos palestinos, Maruán Barguti, secretario general en Cisjordania del movimiento nacionalista Al Fatah, y Ahmed Saadat, jefe del marxista-leninista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), si bien todo indica que no tendrá lugar.
Fuentes de inteligencia israelíes declararon que ninguno de los dos será liberado y el secretario general del Ministerio palestino de Asuntos de los Prisioneros en Ramala, Zeyad Abu Ein, aseguró que "el pacto es débil, porque no incluye a varios de los líderes palestinos encarcelados".
"Es realmente una calamidad. La Autoridad Nacional Palestina da la bienvenida a la liberación de cualquier preso, pero mira con tristeza que el pacto no incluya a los líderes encarcelados", dijo Abu Ein, en unas declaraciones que se interpretan como una referencia clara a Barguti y Saadat.
Thaer Al Hasanat, estudiante de 23 años de Gaza, también se lamenta de que los líderes no formen parte del intercambio y asegura que este "es una victoria para la resistencia palestina, pero también para (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu".
Abu Ataya, portavoz de los Comités de Resistencia Popular (una de las tres milicias que secuestró a Shalit en junio de 2006, en una operación conjunta con las Brigadas de Ezedín Al Qasam -brazo armado de Hamás- y el Ejército del Islám), dio algunos detalles más sobre la logística del canje.
"Shalit todavía no ha abandonado la franja de Gaza y sigue en poder de la resistencia", señaló Ataya, que aseguró que el joven militar israelí "será entregado a Egipto el lunes en el puesto (fronterizo con Egipto) de Rafah, al mismo tiempo que Israel entrega 450 prisioneros a Gaza".
También añadió que, tan pronto como fue firmado el pacto, en la tarde de ayer, los milicianos que le mantienen retenido informaron al soldado israelí de que la próxima semana estará con su familia.