El Ayuntamiento ultima una nueva remesa de embargos que afectarán, según la declaración del propio concejal de Hacienda, Manuel Fernández, a un total de 28.000 deudas tributarias de los años 2001 a 2005, que no han prescrito, y a un total de 9.000 jienenses. Lo primero que corresponde es felicitar al concejal por el ejercicio de transparencia que trata de imponer en las cuentas del municipio, que tal vez resulte chocante porque de aquí para atrás hemos asistido a todo lo contrario en las diferentes corporaciones, pero que visto ahora se percibe como normal, sobre todo cuando este político ya había señalado que se iba a limitar a hacer su trabajo con naturalidad y a la luz del día, para que todo el mundo se entere. Dicho esto, y si es cierto que desde el servicio de Recaudación municipal se han realizado las tareas de depuración anunciadas, lo deseable es que las actuaciones que tenga que realizar el Ayuntamiento que afecten a los ciudadanos causen a éstos las menores molestias posibles y se evite que lleguen a los domicilios avisos de pago que no se correspondan con deudas reales. La propia Concejalía anuncia el inicio de los trámites que desembocarán en el embargo a miles de contribuyentes de los que se tenga constancia que no han cumplido con sus obligaciones, lo que se hace, y el concejal lo subraya muy especialmente, en un proceso "basado en el respeto a los muchísimos ciudadanos que pagan". Nos parece una manera oportuna de hacer las cosas, y por supuesto siempre se deja la posibilidad de la reclamación, para lo cual se va a contar con un teléfono específico para este servicio.
Toda esta nueva política forma parte de las actuaciones que ha puesto en marcha la Concejalía de Hacienda con el ánimo de aclarar la situación económica de nuestro Ayuntamiento, que es muy delicada como todo el mundo conoce. Uno de los aspectos sobre los que se ha tenido que trabajar, lógicamente, es sobre la recaudación, en búsqueda de las fórmulas más idóneas, entre las que se plantea la posibilidad de acuerdo con la Diputación para que asuma la que se realiza por vía ejecutiva. Es sabido que en un primer momento el actual equipo de gobierno declaró la guerra a los embargos, y la medida fue recibida con entusiasmo, sobre todo por miles de personas que se habían visto afectadas por medidas del anterior gobierno que no siempre nos parecieron que respondían a actuaciones de justicia para los administrados, pero la solución no era dejar que prescribieran fuertes cantidades económicas y más en la situación de asfixia de las arcas municipales. Ya lo dejamos dicho y lo reafirmamos, ni la política de hechos consumados del PP, con 'embargazos' con poca claridad y transparencia, ni tampoco la demagógica amnistía general que perjudica a la economía municipal y provoca comportamientos de insolidaridad. En definitiva nos parece bien que el Ayuntamiento no se plantee los asuntos económicos como un tema tabú, se trata del equilibrio entre el cobro de las deudas y el respeto a los derechos de los ciudadanos.