El Gobierno francés ha expresado su “gran inquietud” por el mensaje del Papa Benedicto XVI contra el uso del preservativo y, sobre todo, por las consecuencias que pueda tener en la lucha contra el sida.
Mensajes de este tipo “ponen en peligro las políticas de salud pública”, declaró ayer un portavoz del ministerio francés de Exteriores.
Tras precisar que al Gobierno francés no le corresponde emitir ningún tipo de juicio sobre la doctrina de la Iglesia, el portavoz insistió en la preocupación que han suscitado las declaraciones efectuadas por el Pontífice en su viaje a Yaundé.
Benedicto XVI dijo en su viaje a Camerún que el sida no se combate sólo con dinero “ni con la distribución del preservativo que, al contrario, aumentan el problema”.
Francia considera, sin embargo, que “el preservativo es un elemento fundamental de las acciones de prevención de la transmisión del virus del sida”, junto con la información, la educación y el diagnóstico precoz.
Por ello, agregó el portavoz, las autoridades francesas están totalmente comprometidas en el acceso universal a la prevención y a los tratamientos, así como en el respeto de los derechos de las personas que viven con el virus.
Sin contar con las contribuciones que París hace a los Fondos europeos de desarrollo, al Banco Mundial y a otros organismos internacionales que promueven el desarrollo y la salud en el mundo, París dedica cada año más de 360 millones de euros a la lucha contra el sida, añadió.
Por su parte, la Asociación Alemana de Ayuda contra el Sida (DAH) acusó ayer al Papa Benedicto XVI de “pecar contra toda la Humanidad” con su rechazo a los condones, reiterado justo antes de su viaje al Africa.
“En vista del dolor multitudinario que causa el SIDA en África, el rechazo categórico a los condones por parte del Vaticano es un acto de cinismo y de desprecio a la Humanidad”, dice la DAH en un comunicado.
El presidente de la organización, Tino Henn, reiteró su convicción de que el condón es parte clave de todo el programa contra el SIDA y calificó de irresponsables las declaraciones del Papa según al cuales los preservativos no sirven para resolver el problema.
“Con ello está pecando -por el lenguaje de la iglesia- no sólo contra los creyentes sino contra toda la Humanidad”, dijo Henn.
También la Organización No Gubernamental (ONG) Actionaid calificó ayer como “ciegas y desafortunadas” las palabras pronunciadas por el Papa Benedicto XVI en su viaje hacia Camerún, en las que rechazó el uso de preservativos para combatir el SIDA.
Según ha afirmado esta ONG en una nota de prensa, las investigaciones científicas y sociales realizadas durante los últimos 25 años han demostrado que los preservativos pueden proteger a los más vulnerables, especialmente niñas y mujeres, contra esta enfermedad y, por tanto, salvar vidas.
“El Papa debería reconocer este hecho y no minar la capacidad de la gente para llevar una vida digna frente al SIDA”, ha recalcado Actionaid, una organización que lucha contra la pobreza en más de 40 países.
Por último, la portavoz de ICV, Laia Ortiz, acusó ayer al Papa Benedicto XVI de fomentar la propagación del Sida en África.
“No es posible que Benedicto XVI se traslade a la región más castigada del planeta por la enfermedad del sida y mienta con este tipo de declaraciones desafortunadas”, declaró Ortiz.
La portavoz de ICV considera que es “indignante” que el máximo representante de la jerarquía eclesiástica “pueda mentir sin ningún tipo de consecuencia” y ha subrayado que lo que no es “realista” es que proponga como remedio a la enfermedad “la castidad, la fidelidad y la abstinencia”.
El Vaticano insiste en que el condón no es el mejor camino para luchar contra el sida
El Papa en sus declaraciones sobre el sida “ha reiterado la posición de la Iglesia Católica y las líneas esenciales de su compromiso para combatir el terrible flagelo” de esta enfermedad, dijo ayer el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que reiteró que el uso del preservativo “no es el camino mejor”.
Lombardi, en un comunicado oficial, subrayó que las líneas de la Iglesia son tres. La primera educar responsablemente a las personas en el uso de la sexualidad y la reafirmación del papel esencial del matrimonio y de la familia. La segunda es la investigación y la aplicación de curas eficaces y poner a disposición del más amplio número de enfermos todas las iniciativas sanitarias y la tercera es la asistencia humana y espiritual de los enfermos de sida, “como de todos los que sufren, que desde siempre están en el corazón de la Iglesia”.
“Estas son las direcciones en las que la Iglesia concentra su compromiso y considera que centrar la atención esencialmente sobre una más amplia difusión del preservativo no es el camino mejor, el más previsor y el más eficaz para contrastar el flagelo del sida y tutelar la vida humana”, subrayó Lombardi.
El portavoz de la Santa Sede hizo esta declaración tras las críticas que en numerosos países se han hecho a las palabras del Papa sobre el sida y después de que dijera ayer a los periodistas que acompañan al Pontífice de que durante lo que queda de visita a África se vaya a cambiar postura.
“No esperéis cambio de posición sobre este tema durante el viaje. Benedicto XVI ha reafirmado la línea ya marcada por Juan Pablo II”, dijo Lombardi.
Lombardi subrayó que la Iglesia Católica considera que los condones no sirven para bloquear la difusión del sida y que en África se transmite no sólo por vía sexual sino también debido a condiciones higiénicas escasas.
Algunas palabras de sus declaraciones fueron corregidas por el Vaticano en la transcripción de la entrevista publicada hoy en su página web, cambiando “dinero” por “eslóganes publicitarios”.