Fuentes policiales informaron ayer de un atentado suicida en el distrito de Dura, en el sur de Bagdad, que mató a quince personas, entre ellas tres soldados estadounidenses, y causó heridas a una treintena de militares y civiles.
Un desconocido que llevaba un cinturón con explosivos lo hizo detonar cerca de un grupo de soldados estadounidenses que patrullaba a pie el sector, en la entrada de un mercado de ese distrito, de mayoría suní.
Entre los heridos hay al menos cinco efectivos estadounidenses, según las mismas fuentes iraquíes.
Poco antes de que se conocieran los datos de este atentado, un suicida hizo detonar otro cinturón de explosivos en la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad.
El atentado de Kirkuk fue perpetrado en una comisaría y el blanco era un grupo de militantes de los pro gubernamentales Consejos de Salvación, que el año pasado han sido claves para combatir a los terroristas vinculados con Al Qaeda en varias zonas de Irak.