El PSC celebra desde este viernes hasta el domingo en el Palau de Congresos de Barcelona su XIII Congreso para dibujar su estrategia política en los próximos años y lo hará en plena polémica con el PSOE por la ruptura de la disciplina de voto en la investidura del presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.
De hecho, uno de los principales temas que se debatirán en el congreso es la relación federal que comparten el PSC y el PSOE desde 1978: inicialmente no estaba previsto hacerlo pero varios militantes lo han solicitado tras los últimos acontecimientos.
Varios barones socialistas se han significado a favor de romper con el PSC y expulsarlo de los órganos de decisión del PSOE por no haberse abstenido ante Rajoy, aunque es algo que debe decidirse en los congresos de ambos partidos como espacio para modificar los Estatutos, en los que se recoge la relación federal.
Otros líderes socialistas, en cambio, han apoyado el ‘no’ a Rajoy del PSC e incluso participarán en el congreso de este fin de semana: la presidenta de Baleares, Francina Armengol; la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, y el secretario general del PSOE en Castilla La Mancha, Luis Tudanca.
La Gestora que dirige el PSOE no enviará a ningún representante al cónclave, según han confirmado a Europa Press fuentes socialistas, aunque es habitual la presencia de miembros de la dirección del partido en este tipo de encuentros.
La decisión, explican, se ha tomado de manera “cordial” en una conversación entre las dos direcciones, en la que se ha estimado que, dada la situación, es más conveniente que no acuda ningún miembro de la Gestora.
La relación PSC-PSOE está recogida en los estatutos del partido y no se hacía referencia a ella en la propuesta inicial de ponencia política, pero “el tema es tan actual y está tan candente que se va a hablar de ello, aunque seguramente quedará en un debate y no se adoptará ningún acuerdo”, explican fuentes socialistas.
Tras la petición de varios militantes de abordar este tema se ha incluido en la ponencia marco una referencia –“el PSC, ahora más que nunca, tiene que volver a ser el partido con personalidad jurídica propia y soberano”– y los militantes que acudan al congreso podrían plantear reformular estas relaciones a través de una modificación de los Estatutos, aunque requerirían de un apoyo muy amplio.
‘VÍA CANADIENSE’
La relación PSC-PSOE tenía que compartir protagonismo con la ‘vía canadiense’ como posible alternativa al encaje catalán en caso de que Catalunya rechazara una reforma constitucional, pero se ha eliminado esta referencia de la ponencia política tras el revuelo entre las filas socialistas.
En el primer borrador de ponencia elaborada por el PSC se defendía la reforma constitucional, pero se añadía que, en caso de que los catalanes la rechazaran, se debían plantear instrumentos democráticos alternativos como, “por ejemplo, una ley de claridad como la canadiense”.
Este párrafo –el número 36 del texto original– se interpretó como que el PSC avalaría un referéndum de independencia como el que se celebró en Canadá sobre Quebec si fracasara la reforma constitucional, pero, para evitar confusiones, finalmente se ha eliminado la alusión a la ‘vía canadiense’ y subrayado que el PSC “defenderá un planteamiento federal y democrático buscando un acuerdo que la ciudadanía pueda ratificar en un referéndum”.
COLABORACIÓN CON COLAU
La ponencia también defiende que el PSC buscará la “más estrecha colaboración posible entre las fuerzas de izquierdas”, lo que pasa por una alianza con la confluencia de izquierdas que impulsa Ada Colau, aunque el PSC excluye a ERC y la CUP por ser independentistas.
Fuentes socialistas explican que el significado de este párrafo implica buscar una alianza electoral del PSC con el partido de la alcaldesa, ya que “ir unidos” en la lista es la única manera de que la izquierda gane unas elecciones al Parlament.
NUEVA EJECUTIVA
El congreso también debe ratificar la elección del primer secretario, Miquel Iceta, que se impuso en primarias a la actual ‘número dos’ y alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Núria Parlon, así como la nueva Comisión Ejecutiva.
Iceta prometió en la campaña de primarias que reduciría considerablemente los actuales 45 dirigentes ejecutivos, y en los últimos días ha redoblado sus contactos para configurar la nueva composición.