Ansyaad Mbai, responsable de lucha antiterrorista del Ministerio de Seguridad, aseguró que el modus operandi de los terroristas suicidas y las bombas empleadas apuntan al grupo islamista Tanzim Qaedat al-Jihad que lidera el malasio Noordin Mohamed Top, un ex dirigente de la Yemaa Islamiya.
“Por la forma en la que se cometieron los ataques, está claro que están ligados a Noordin Mohamed Top”, aseguró.
Para Mbai, la máxima prioridad ahora debe ser detener al terrorista malasio, un experto en explosivos relacionado con los atentados de Bali en 2002, que causaron 202 muertos.
“Mientras permanezca en libertad, nuestros esfuerzos (por acabar con el terrorismo) no servirán para nada”, dijo el funcionario indonesia, según la agencia oficial Antara.
Los expertos consideran que el grupo de Noordin Mohamed Top se separó de la Yemaa Islamiya por disputas con la cúpula, al abogar por la violencia frente a la difusión teórica del ideario radical.
Su implicación queda patente, según los investigadores, por el hecho de que las dos bombas detonadas estaban cubiertas de clavos, tuercas y tornillos para rentabilizar al máximo su efecto mortífero y porque son “idénticas” a otras utilizadas anteriormente por la organización extremista.
Por su parte, los forenses continúan analizando el ADN de los restos de los dos presuntos suicidas para determinar sus identidades, un elemento clave para ratificar la autoría de un atentado que aún no ha reivindicado ningún grupo terrorista.
La Policía también investiga a fondo la habitación 1808 del hotel JW Marriott, en la que se halló una tercera bomba lista para estallar dentro de un ordenador portátil, material explosivo, un teléfono móvil y notas manuscritas.
Éste fue el centro de operaciones de los ataques, según los investigadores, que consideran que la matanza se coordinó desde el dormitorio en el que pernoctó uno de los terroristas la noche anterior, tras registrarse como Nurdin y dejar mil dólares como depósito.
La confirmación gubernamental de la autoría se produjo horas después de que el experto en seguridad Noor Huda Ismail publicase un informe advirtiendo sobre una nueva cadena de atentados como los de Bali en 2002, pese a la aparente debilidad del movimiento islamista tras más de 200 detenciones en los últimos cinco años.
Los extremistas “continúan creyendo que el uso de la violencia contra los enemigos del Islam está justificada en cualquier circunstancia”, asegura Ismail.
En este sentido, según el rotativo The Jakarta Globe, la Policía indonesia descartó recientemente “informaciones específicas” de un posible atentado en Yakarta con dos bombas.
Para reforzar la seguridad en la capital, el Ejército ha desplegado a 500 soldados adicionales, mientras se ha instado a hoteles y centros comerciales a elevar los controles de seguridad.
El atentado tuvo lugar el viernes por la mañana, cuando dos bombas fueron detonadas casi de forma simultánea en los hoteles Ritz-Carlton y JW Marriott.