“Estoy muy preocupado por la situación en Honduras. El estado de emergencia incrementa las tensiones”, dijo Ban durante una rueda de prensa en Naciones Unidas, en la que calificó de “inaceptable” las amenazas a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, en donde desde hace una semana se refugia el depuesto presidente Zelaya.
El máximo responsable de la ONU dijo también que “tomaba nota” de la decisión del Congreso hondureño de rechazar la suspensión de las libertades civiles, tal como decidió el pasado sábado el gobierno de facto de Micheletti.También pidió el “pleno respeto” de las garantías constitucionales, incluyendo las libertades de asociación, expresión y movimiento.
El Gobierno de facto de Honduras cerró el lunes dos medios de comunicación afines a Zelaya, bajo el argumento de que dispone de pruebas de que ambos incitaban a la violencia.
Ban solicitó también a quienes apoyan a Zelaya y a los seguidores de Micheletti que “se comprometan seriamente a los esfuerzos en favor del diálogo y la mediación regional”, al tiempo que subrayó que “Naciones Unidas está preparada para asistirles” en la manera que sea necesaria.
Otro de los asuntos relacionados con la crisis hondureña que preocupa a Ban es la situación de la embajada de Brasil en Honduras, donde se refugió Zelaya el pasado 21 de septiembre después de haber regresado inesperadamente al país centroamericano.
“Las amenazas a la embajada de Brasil en Honduras son inaceptables. La ley internacional está clara: la inmunidad soberana no puede violarse”, recordó el secretario general de la ONU al gobierno de facto de Micheletti.
Asimismo calificó de “intolerables” las amenazas al personal de la embajada y a las mismas instalaciones diplomáticas.
