Agentes de la Policía Nacional han detenido este martes a diez integrantes de un clan familiar que se dedicaba a financiar el yihadismo en Siria a través de una caja B de negocios legales en España. La macrooperación se ha saldado, según ha informado el Ministerio del Interior, con un total de diez arrestados así como 12 investigados y 14 registros llevados a cabo en Madrid, Valencia y Toledo.
Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado a Europa Press que los principales cabecillas del clan familiar eran sirios que contaban con la nacionalidad española y que llevaban tiempo residiendo en España. Entre los investigados hay también magrebíes y subsaharianos.
Uno de los arrestados y miembro del clan que dirige la organización fue detenido en Siria en 2008 y fue condenado por su participación en un atentado y su integración en la organización terrorista yihadista Fatah al Islam. Tras cumplir su condena, regresó a España para integrarse en los negocios de la familia.
Las investigaciones, que han contado con apoyo de Europol, apuntan a vínculos familiares de los cabecillas con miembros de Al Qaeda en la región siria de Idlib. También señalan que gran parte de este dinero "b" era remitido a esta zona para dar sostenimiento y apoyo económico a las milicias terroristas que allí subsisten.
Esta organización se encuadra presuntamente dentro de una macroestructura financiera internacional de naturaleza clandestina que tiene como objetivos la "grave desestabilización del sistema económico capitalista occidental y el sostenimiento y apoyo a organizaciones terroristas yihadistas a Al-Qaeda y afines", según Interior.
FALSIFICACIÓN DE FACTURAS
Los expertos en financiación del terrorismo de la Comisaría General de Información han logrado desentrañar un sistema financiero clandestino que se basaba en la falsificación de facturas, conceptos y registros.
Este clan familiar detraía supuestamente dinero de cada operación legal sustituyendo el importe real de la operación en la factura por otro de menor valor. Dicho dinero iba a parar a una "caja b", que era administrada por miembros de la organización.
El dinero era enviado por los miembros de la organización utilizando diferentes sistemas, desde el uso de "correos humanos" que trasladaban el dinero de forma ilegal eludiendo las regulaciones del blanqueo de capitales, al envío de maletas con dinero oculto.
Además, la banda utilizaba remesadoras y empleaba la hawala, un sistema de envío de dinero no reglado que emplea una red de mediadores que se sirven de sus negocios para transferir los fondos al país deseado.
Como parte de la dinámica de blanqueo de capitales, los detenidos "lavaban" parte del dinero que detraían ilegalmente engrosando otras facturas o simulando actividades mercantiles para introducir en el circuito legal cantidades que estaban en "b".
SE "APROVECHABAN" DE SUS COMPATRIOTAS SIRIOS Y DE SU SITUACIÓN
Según detalla Interior, los investigados se aprovechaban de sus compatriotas y su difícil situación en Siria para emplearlos en la organización delictiva, favoreciendo con ello la inmigración clandestina.
Además, usaban sus empresas para activar el sistema de cartas de invitación a través de contratos falsos. Muchos de estos ciudadanos eran utilizados después como "correos humanos" para introducir ilegalmente dinero en Siria.
La operación la han desarrollado investigadores de la Comisaría General de Información, en colaboración con la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las Brigadas Provinciales de Información de Madrid, Toledo y Valencia y bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción Número SEIS y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.