Generar biogás y fertilizantes a partir de excedentes de purines, transformar madera certificada en fibras textiles sostenibles, producir hidrógeno verde para descarbonizar la economía o instalar un gigavatio de nueva potencia energética renovable son los cuatro proyectos tractores de la sociedad público-privada Impulsa Galicia y que supondrían más de 1.000 millones de inversión y la creación de más de 5.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
En Impulsa Galicia trabajan desde hace año y medio Xunta (40%), la entidad financiera Abanca (38%), la energética Reganosa (12%) y la empresa pública Sogama (10%), socios fundadores que aportaron un capital de 5 millones de euros para echar a andar un ente que "desarrolla buenas ideas para convertirlas en grandes proyectos".
Pero esta sociedad público-privada, aparte de impulsar los proyectos, también ayuda en la búsqueda de futuros inversores para desarrollarlos y presta servicios de asesoramiento para consolidar las iniciativas empresariales, como puede ser la tramitación administrativa.
Como telón de fondo, la necesidad de conseguir una política industrial del siglo XXI sostenible, digitalizada y descarbonizada. Impulsa Galicia evalúa los proyectos de acuerdo con su impacto en las cadenas de valor de los sectores productivos locales.
Uno de los proyectos más avanzados en una comunidad de extensos bosques y donde está asentado el gigante Inditex es una fábrica de fibras textiles sostenibles a partir de madera y reciclaje textil que aspira a producir 200.000 toneladas anuales. Altri, grupo portugués fabricante de celulosa, ha sido el líder industrial elegido para materializar que en Galicia se fabrique lyocell, una fibra que se comercializará para hilado, corte y confección.
La previsión es un desembolso global estimado de 800 millones y generar 2.500 puestos de trabajo directos e indirectos para colmar la aspiración de cerrar el ciclo productivo del forestal en Galicia. Altri eligió el municipio lucense de Palas de Rei para la ubicación de la fábrica y a la espera de poder acceder a fondos de la Unión Europea que le toca repartir al Gobierno español, sitúa la "toma de decisiones final" en el primer semestre del próximo año.
"Europa pide proyectos que transformen la economía. Nosotros planteamos un proyecto que cierra el ciclo de la producción forestal, con un producto de alto valor añadido como son las fibras forestales sostenibles, que nos dice la industria textil que es el tejido del futuro. Traemos una empresa de máxima capacidad tecnológica, hacemos un proyecto que está totalmente maduro. ¿Y eso no tiene acceso a los fondos Next Generation?", reflexiona el conselleiro de Medio Rural de la Xunta y miembro del comité ejecutivo de Impulsa Galicia, José González.
"Lo que creo que está pasando es que los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) no están respondiendo en su diseño a las demandas que tenía Europa", agrega al explicar que "la mayoría de las empresas" tienen "serias dificultades" para encajar sus proyectos en los PERTE y "muchas de ellas tienen que ir a diferentes, troceando el proyecto". Por ello plantea, por ejemplo, un PERTE para el sector forestal y para el textil.
El proyecto de Impulsa Galicia que por el momento sí ha sido favorecido con los PERTE es el de generación de hidrógeno verde que tiene como socios industriales a Reganosa y EDP Renovables en el municipio coruñés de As Pontes, donde se prevé una inversión inicial de 130 millones de euros que, sumando las diferentes conexiones necesarias podría llegar a los 155 millones y contar con las primeras fases en operación en 2025.
Este proyecto, que prevé una planta de 100 megavatios de potencia, cuenta con amparo de dos líneas del PERTE: la de pioneros y la de ayudas a la cadena de valor y el Gobierno ya ha aprobado que en principio perciba 24 millones de euros. Según Impulsa Galicia, generará 250 empleos directos y 150 indirectos.
Además de un cambio en la forma en la que se están repartiendo los fondos europeos hasta el momento, Impulsa Galicia también reclama al Gobierno central primas al biogás porque otro de sus proyectos de economía circular es el de la transformación a gran escala de excedentes de purines. Liderado por las energéticas Reganosa, Repsol y Naturgy, consiste en desplegar progresivamente por el territorio una red de plantas que valoricen los excedentes de purines de las 30.000 explotaciones ganaderas gallegas.
El conselleiro de Medio Rural explica que este proyecto tiene que garantizar la sostenibilidad económica de "la totalidad" de explotaciones ganaderas gallegas y por ello defiende establecer primas al biogás. "No pedimos nada extraño", afirma al defender que su coste sería "más reducido que el que en su día tuvieron las primas a la energía eólica o la solar".
Sus cálculos son que la primera planta de digestión anaerobia que produzca gas renovable se emplace en Meirama, en el municipio coruñés de Cerceda, entre finales de 2023 y principios de 2024, pero subraya que también conllevará "todas las plantas que sean necesarias para el tratamiento del purín en la totalidad del territorio", buscando "la cercanía a las zonas con más carga ganadera".
Con una inversión aproximada de 146 millones de euros, en la primera fase se producirían unos 300 gigavatios hora de biometano que se inyectarían a la red de gas natural. Los impulsores de la idea destacan que este gas renovable se utilizaría para descarbonizar distintos sectores y que se podría emplear en los procesos de la refinería de Repsol en A Coruña.
Sus promotores calculan que desplegado el proyecto, el biometano producido equivaldría a un 7% del gas natural de importación que ahora se demanda en Galicia, se evitaría la emisión a la atmósfera de una 500.000 toneladas anuales de CO2 y se crearían más de 600 puestos de trabajo directos y 1.900 indirectos, considerando tanto la explotación de las plantas como la logística de transporte.
La generación de energía renovable para instalar un gigavatio de nueva potencia energética renovable es otro de los proyectos tractores de Impulsa Galicia. Pero aparte de "reindustrialización sostenible" y "descarbonización", la entidad de colaboración público-privada busca avanzar en la digitalización de Galicia y para ello se ha propuesto crear su propia 'nube' con un gran centro de datos, que precisamente, se nutriría de energía renovable producida en la comunidad.
El director general de Mercado de Capitales, Gestión y Distribución Institucional de Abanca y miembro del comité ejecutivo de Impulsa Galicia, Juan Luis Vargas-Zúñiga, destaca que este 'data center carbon positive' (neutro en emisiones de CO2) beneficiaría "a todos los sectores". Argumenta que la gestión de datos revoluciona la forma de acercarse a los clientes "y eso está en todas las capas de la sociedad y del mundo empresarial".
Agrega que Galicia va así a ofrecer más oportunidades laborales para universitarios de primer nivel que se están formando y tendrá la capacidad de "atraer personas de terceros sitios porque a lo mejor desde aquí ya pueden teletrabajar porque tienen todos los datos". "Tenemos que posicionar a Galicia en un entorno digital, de confiabilidad", proclama.
Asimismo, una 'nube' gallega permitiría reducir la dependencia de los grandes proveedores de servicios de datos a nivel mundial. "Es más fácil vigilar y controlar lo próximo que lo que está a 7.000 kilómetros", apunta Vargas-Zúñiga, quien no da plazos para que se materialice este proyecto "complejo", porque quieren realizarlo con "una calidad extrema".