Analizará la actividad sísmica en la Isla Decepción y el Estrecho de Bransfield
Dos equipos de investigación de la Universidad de Granada (UGR) participan en la Campaña Antártica 2022, una expedición que estudiará por primera vez las propiedades eléctricas del manto terrestre bajo la Antártida y analizará la actividad sísmica en la Isla Decepción y el Estrecho de Bransfield.
El trabajo de los científicos, pertenecientes al departamento de Geodinámica y al Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos, servirá para estudiar por primera vez las propiedades eléctricas del manto terrestre bajo la Antártida con el proyecto "GOLETA".
Esta primera iniciativa, que dirige la investigadora del departamento de Geodinámica de la UGR Lourdes González Castillo, involucra a investigadores de la Universidad de Granada (UGR), el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC), el Instituto Geológico y Minero de España, la Universidad Autónoma de Madrid, las Universidades de Frankfurt y Lisboa, el Instituto de Geofísica de la Academia Checa de Ciencias y el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
GOLETA se enmarca en un programa estatal de I+D+i y su objetivo principal es determinar la influencia que los procesos de ajuste isostático asociados a las fases de hielo y deshielo sumados a los procesos tectónicos puedan tener en la distribución de las propiedades eléctricas del manto bajo la Antártida.
Los participantes en esta XXXV campaña antártica española (2021-2022) del proyecto GOLETA aplicarán el método geofísico de prospección magnetotelúrica y realizarán por primera vez en la Antártida medidas de largo período.
Este método les permitirá determinar la estructura eléctrica de la Tierra a profundidades de hasta varios centenares de kilómetros.
Para lograr esos datos instalarán equipos de medida en distintos puntos de la Península Antártica y las Islas Shetland del Sur, una labor para la que cuentan con el personal militar de la Isla Decepción y el de la Armada del BIO Hespérides.
Un segundo proyecto dirigido por Inmaculada Serrano, del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la Universidad de Granada, da continuidad al estudio ininterrumpido desde 1994 de los movimientos sísmicos en la Isla Decepción, uno de los volcanes más activos de la Antártida.
El objetivo es utilizar los registros sísmicos para evaluar el nivel de actividad volcánica y colaborar en la gestión de los niveles de alerta volcánica junto con la Universidad de Cádiz.
Para llevar a cabo esta labor de vigilancia sismo-volcánica, los investigadores han instalado cinco estaciones sísmicas autónomas que mandarán la señal vía WiFi al módulo científico de la Base Española.