Hablillas

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Un libro sostiene un duelo de miradas de difícil explicación por sus diferencias.

Publicado: 25/04/2021 ·
21:09
· Actualizado: 25/04/2021 · 21:09
Autor

Adelaida Bordés Benítez

Adelaida Bordés es académica de San Romualdo. Miembro de las tertulias Río Arillo y Rayuela. Escribe en Pléyade y Speculum

Hablillas

Hablillas, según palabras de la propia autora,

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No solo es traducir o interpretar los signos de un escrito. Es vivir la vida que otros soñaron. Parafraseamos a Unamuno cuando abrimos un libro. A Ortega cuando nos encripta el silencio por donde fluyen las imágenes de ese mundo ficticio y tan real como para que el alma se olvide de cuanto le rodea. Es el pulso entre la modernidad y la acción y el efecto de la lectura desde una pantalla. Hemos aprendido a utilizarla, aunque el zapateado débil del cursor nunca igualará el rasgueo breve de la hoja al pasar, aunque el avance en la trama vaya siempre hacia abajo en lugar de ver engordar y adelgazar al mismo tiempo las dos caras del texto, aunque el peso del ejemplar permanezca inalterable.  

Un libro sostiene un duelo de miradas de difícil explicación por sus diferencias. Cuando es el lector quien lo elige, se ha rendido a la llama del deseo lanzada desde el estante de la librería. Si se trata de un regalo, la envoltura hace crujir la curiosidad, aún más si el oferente es amigo. En este caso nos puede el afán de comenzarlo para una puesta en común en un futuro a muy corto plazo. Quizás nunca lo hayamos notado, pero la conversación suscitada en torno a un libro puede generar el más hermoso y enriquecedor de los debates. En este punto resuenan aquellos programas radiofónicos que terminaban rozando la medianoche, donde la literatura ponían el nombre y el apellido a nuestras primeras veladas adolescentes. Luego tomó el testigo la segunda cadena de tve para una inmensa minoría, un lema nacido de la dedicatoria de Juan Ramón Jiménez en su Segunda Antología Poética al lector individual ansioso por crecer.

Esta hablilla se escribió durante el Día del Libro, con videos y citas saltando de un móvil a otro durante toda la jornada. El buscador más solicitado dedicó su garabato a la letra Ñ por ser el día de nuestro idioma conmemorado por las Naciones Unidas. Las líneas finales se suman este agradecimiento volviendo al trabajo de Sebastián Covarrubias, cuando agrupó las palabras en un diccionario llamándolo Tesoro de la Lengua Castellana o Española, palabras que años más tarde escribieron nuestra obra más universal, tanto como para identificar al libro y al mes de abril, dejando a un lado su refrán. El mes comienza su andadura dedicándolo al libro infantil y juvenil y termina con la relación entrañable, cariñosa y generalizada de este conjunto de hojas que tanto habla desde el silencio. Y entre ambas jornadas la dedicada al beso, el que le damos después de abrazarlo, al acabar de contarnos su historia.

Con la novena por licencia, feliz día del libro.

Ánimo y a por otra semana.

           

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