Huelva

El juzgado autoriza el derribo de las casas en ruina en Lepe desde 1998

Uno de los afectados se ha congratulado de que \"aunque sea 16 años después\" se vaya por fin a efectuar el derrumbe de las viviendas, y se puedan reconstruir, en cumplimiento de la citada sentencia

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El juzgado de instrucción número 1 de Ayamonte ha autorizado el derribo de las 13 viviendas que quedaron en ruinas en Lepe en 1998, de modo que se desbloquea el último trámite para intentar la reconstrucción, y cumplir así la sentencia del Tribunal Supremo de 2011.

Así lo ha explicado a Efe el portavoz de los afectados, Joaquín Serra, que se ha congratulado de que "aunque sea 16 años después" se vaya por fin a efectuar el derrumbe de las viviendas, y se puedan reconstruir, en cumplimiento de la citada sentencia.

Serra ha señalado que será el Ayuntamiento de la localidad quien se haga cargo del derrumbe de las casas, y previamente se realizará un informe policial para conocer el estado de las que siguen en pie, sobre todo porque algunas han sido ocupadas en las últimas fechas y se podrían producir daños personales en los trabajos.

No obstante, los propietarios han destacado la importancia de este último trámite, que permitirá que se inicie el final de un caso que el próximo agosto cumplirá 16 años, sin que las viviendas hayan sido reconstruidas aún.

En diciembre del 2011 el Tribunal Supremo ratificó una sentencia del juzgado de Primera Instancia a Instrucción número 1 de Ayamonte, que condenó a la promotora por el derrumbe de las trece viviendas en la localidad de Lepe, así como a pagar 350.000 euros a sus propietarios en concepto de daños morales.

La sentencia resuelve así la liquidación de los daños morales que pedían los afectados, y cierra el proceso del derrumbe que se produjo el 18 de agosto de 1998 y Serra ha relatado que "a la hora de comer escuchamos un ruido como si alguien arrastrase muebles, y tres horas después nos habíamos salvado por los pelos".

De hecho, el suceso ocurrió un día después de terminar las fiestas de agosto de la localidad, y la calle El Peral, donde estaban las viviendas, está junto al recinto ferial, por lo que según Serra "si esto pasa de noche, la música del recinto no nos hubiese dejado escuchar el ruido, y podría haberse producido una desgracia".

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