La gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda es un auténtico despropósito. Matándola dejándola morir, el Ayuntamiento hace agonizar a un servicio llamado a la función social en un tema tan sensible como el de la vivienda y que, a día de hoy, tiene a su principal motor, los trabajadores, de todo menos motivados.
Según denunciaron este miércoles en Viva Huelva, son ya dos las nóminas que se le adeudan, amén de retrasos en pagos durante más de un año. Y por si fuera poco, son también más de dos meses sin que nadie vaya a limpiar las instalaciones. De vergüenza.
Los afectados, un total de 12 trabajadores, recordaron a este periódico el camino a la deriva que soporta esta empresa desde hace tiempo, lamentando la “falta de claridad” por parte de los dirigentes, empezando por el alcalde, Pedro Rodríguez, continuando por el expresidente, Francisco Moro y acabando por el actual presidente, Juan Carlos Adame. Y es que en abril de 2013, se acordó la disolución de la empresa sin pronunciarse sobre qué sería de los trabajadores; en junio, se aprobó que el personal se integraría en el Ayuntamiento; un mes después, sin negociación ni previo aviso, se comunica a los trabajadores que siguen, pero de golpe y porrazo se les cambia las condiciones y se les integra en el convenio de las constructoras, motivo por el que se está a la espera de una sentencia tras el juicio celebrado el pasado 21 de mayo... Lo que viene siendo marear la perdiz con unos trabajadores que ahora se ven obligados a trabajar sin cobrar, haciendo turnos para adecentar una sede que no se limpia y “hartos porque nos han tenido engañados”. Así las cosas, los 12 afectados estudian con qué movilizaciones meter presión para que, al menos, lo traten con la dignidad que todo trabajador merece.