Asegura Benjamín Naranjo que hasta última hora “he intentado poner trampas para no ser” presidente del Recre, un reto para el que ha contado con la “oposición de mi familia”
Asegura Benjamín Naranjo que hasta última hora “he intentado poner trampas para no ser” presidente del Recre, un reto para el que ha contado con la “oposición de mi familia”. Algo comprensible si nos atenemos a su circunstancia personal que él mismo explicó en la presentación. Y es que, hace seis años sufrió una muerte súbita que lo dejó literalmente tirado en la calle y rozando el adiós a la vida, si no hubiera sido por el auxilio de su mujer. El serio percance físico lo ha dejado con un 35 % de funcionamiento de su corazón, pero él, cirujano de profesión y acostumbrado al estrés en su día a día, asegura que este reto de asumir la presidencia del Decano “es una alegría”, y que “mi forma de ser puede ayudar” a reflotar la representatividad del Recreativo.
Convencido de que su actitud le puede valer para que la concordia y el buen rollo regrese a las relaciones del club, confesó de que titulares que lo critiquen le pueden llegar a afectar, pero que trabajará para que el respeto vuelva a presidir la identidad de un club insultado e insultante gracias a su anterior presidente, y que es una prueba de fuego para un corazón herido, pero muy muy albiazul.