“Queremos ser el primer sorbo de combustible para que el motor arranque”. No pudo ser más descriptivo este miércoles el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios, al anunciar que el Consejo Rector de la entidad bancaria ha dado luz verde a liberar cuatro millones para que el proyecto CEUS no se quede de nuevo durmiendo el sueño de los justos y suponga otro tren perdido para la provincia.
Queremos ser el primer sorbo de combustible para que el motor arranqueLa propuesta de la Caja Rural pasa por la colaboración público-privada y no está sola en esta apuesta, ya que cuenta con grandes empresas de la provincia, cuyos representantes se sentaban este miércoles junto a García-Palacios para hacer una declaración de intenciones: están dispuestos a dar el paso, el primero de muchos, en busca de “la dinamización de nuestra economía, la generación de un futuro mejor para toda nuestra sociedad, la creación de puestos de trabajo y la propia viabilidad de una provincia con unos potenciales que, por cuestiones de difícil comprensión, no termina de ver como promesas recurrentes de todo signo y procedencia, siguen incumplidas, condenándonos a la desilusión generalizada e instalándonos en una injusta situación de desánimo”.
Juan Acosta, Ricardo Hueso, Alfredo González y Daniel Toscano, representantes de TR Construya, Autogotran SA, LyncisInvestiment y Klipervipha, han mostrado así su “compromiso público de impulsar” proyectos relevantes, como puede ser el CEUS, el desdoble del túnel de San Silvestre o el aeropuerto.
En cuanto al CEUS, el Consejo Rector de la entidad aprobó en su reunión del 29 de septiembre destinar ya y de manera participativa cuatro millones de euros, para que “la falta de fondos no sea excusa para que no se materialice el proyecto” y sirva como “impulso inicial de arranque”.
De hecho, según indicó el consejero Rogelio Velasco en la última reunión sobre el CEUS, la primera actuación tendría un coste de medio millón de euros y pasaría por el allanamiento del terreno y la creación de la pista de arena. Es decir, hay dinero de sobra.
El problema es que el tiempo corre en contra, porque la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) caduca en días. Sin embargo, García-Palacios insiste en que “no nos mueven las prisas, sino los objetivos”, y si no llegan a tiempo, intentarán tramitar otra DIA.
Además, asegura que hay empresas extranjeras dispuestas a invertir en el proyecto. Y en última instancia, si no fuera posible, esos fondos se podrían dedicar “a otros proyectos esenciales”.
En este punto, ha insistido en el túnel de San Silvestre, pendiente de que el Gobierno lo incluya en sus presupuestos, un desdoble que supone un coste de 60 millones, “una cantidad absolutamente irrisoria para cualquier Administración”.
En cuanto al aeropuerto, no necesita inversión pública, pero sí una tramitación administrativa que no llega. El siguiente paso es que pase a información pública.
Cómo hacerlo
Esta propuesta de aportar fondos privados a proyectos públicos se dio a conocer este miércoles a la sociedad onubense y ahora el siguiente paso es trasladarlo a las administraciones.
También tienen que diseñar cómo se liberarían esos fondos, ya que no se trata de donaciones o de pagos a fondo perdido. “Tenemos que diseñar una estructura jurídica para canalizar este dinero”, ha explicado García-Palacios, que ha insistido en que “no nos merecemos ni podemos ser meros espectadores en el momento de construir o diseñar nuestro futuro, cuando somos nosotros, la sociedad civil, quienes en gran parte tenemos la responsabilidad de apoyar y luchar por nuestras próximas generaciones”, por lo que “nos esforzaremos para ofrecer a nuestros jóvenes la posibilidad de desarrollarse profesional y personalmente en su propia provincia”.
Y sin culpar a nadie, señala que no “se buscan responsabilidades ni culpar a nadie” ante el parón inversor en la provincia desde hace muchos años, pero “ha llegado el momento de reaccionar” porque “demasiados trenes se han perdido ya en Huelva”, y no quieren perder ninguno más.
