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Jaén

Las diputaciones son “imprescindibles” para los ayuntamientos, según los presidentes de Jaén, Barcelona, Badajoz y Castellón

Reyes, Esteve, Cortés y Moliner coinciden en la necesidad de mantener la autonomía local y en ser eficientes a la hora de prestar servicios en la mesa redonda que ha clausurado el ciclo de conferencias por el Bicentenario de la Diputación de Jaén

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  • Mesa presidencial -

La mesa redonda que se ha organizado para clausurar el ciclo de conferencias organizado con motivo del Bicentenario de la Diputación de Jaén ha servido para poner de manifiesto las coincidencias que los presidentes de las administraciones provinciales de Jaén, Barcelona, Badajoz y Castellón tienen a la hora de entender unas instituciones que, en su opinión, son “imprescindibles” para los ayuntamientos, especialmente para los pequeños y medianos que se encuentran en el mundo rural. En esta actividad, que llevaba por título “La evolución y el futuro de las diputaciones”, han tomado parte el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, junto a sus homólogos de Barcelona –Salvador Esteve (CIU)–; Badajoz –Valentín Cortés (PSOE)–; y Castellón –Javier Moliner (PP)–, y cada uno ha dado su punto de vista sobre el momento actual de estos gobiernos locales y cómo les puede afectar el Anteproyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local.

En este acto, el presidente de la Diputación jiennense ha valorado que en esta mesa redonda “se plantea el futuro de las administraciones provinciales desde diferentes perspectivas, las de tres diputaciones gobernadas por distintas fuerzas políticas en un momento donde se ha puesto sobre la mesa una reforma local que también afecta a estas instituciones”. Al respecto, Reyes ha manifestado que las corporaciones provinciales “han sido las grandes desconocidas porque nos hemos centrado sobre todo a ayudar a los alcaldes para que presten mejores servicios a la ciudadanía y hemos dedicado poco tiempo a hablar de nosotros”, y precisamente por eso “los ayuntamientos no conciben la vida local sin el apoyo y el trabajo de las diputaciones”.

En esta dirección, Salvador Esteve ha esbozado de dónde viene el interés por acometer esta modificación de la ley de régimen local, que básicamente se plantea como una fórmula “para ahorrar costes”. Ante esto, ha reclamado “sensatez y sentido común”, porque en su opinión “no se puede perder calidad democrática, sobre todo porque de la crisis actual no se puede culpar a la estructura del Estado, aunque todos estamos de acuerdo en que debemos ser más eficientes y en este camino aún nos queda mucho recorrido”.

El presidente de la Diputación barcelonesa ha incidido especialmente en que “mejorar la gobernación local exige respuestas flexibles y adecuadas a las demandas de los ciudadanos y a los territorios” y ha mostrado la necesidad de que haya “diálogo” para acometer cualquier cambio. “Debe existir un diálogo entre socios, no una jerarquización que aleje la toma de decisiones públicas de los territorios y las personas”, ha remarcado Esteve, quien ha recordado que “las diputaciones no pueden sustituir a los ayuntamientos, como en algunos casos propone esta ley, porque no podemos ejercer el gobierno en la distancia”. En su opinión, éste es un buen momento para acometer cuestiones pendientes que sí mejorarían la gobernanza local, como “la redistribución de funciones, la fijación de competencias y una financiación suficiente de los gobiernos locales, que permitirían dar un impulso al mundo local”.

En una línea similar se ha manifestado el presidente de la Diputación de Badajoz, que ha considerado que esta propuesta de reforma local “es una mala noticia para el municipalismo y nefasta para el mundo rural, además de que atenta contra la autonomía local”. Para Valentín Cortés, más que una reforma de la administración local “hacen falta cambios en las administraciones públicas”, y ha puesto como ejemplo la deuda como principal problema al que se suele aludir. Así, ha enfatizado que “si la deuda de las administraciones en nuestro país ascendía en febrero a unos 913.000 millones de euros, sólo el 4,6% era local, y de ese porcentaje el 37% correspondía a 10 municipios”.

Cortés ha criticado la propuesta de nueva ley que “pese a los sucesivos cambios que se han planteado, su ideario inicial no ha cambiado pese a las consecuencias nocivas que tendrá para municipios y provincias”. En este sentido, ha denunciado el planteamiento equivocado que se hace con la aplicación de costes estándar a algunos servicios que pueden dar lugar a que pasen a prestarlos las diputaciones si no se alcanzan esos mínimos. “Esto provocará que desaparezca la autonomía local, porque los municipios perderán esos servicios y a las diputaciones nos imponen que los prestemos”, ha dicho Cortés, quien ha añadido que esta ley “empobrecerá la democracia y el pluralismo político, convirtiendo el sufragio ciudadano en irrelevante”.

Aunque los cuatro presidentes han compartido muchos de sus postulados y se han mostrado críticos con el Anteproyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, Javier Moliner sí ha defendido algunas de las cuestiones que plantea porque “con la crisis, a diferencia de otros países que sí han suprimido ayuntamientos y provincias, esta ley salva a todos los consistorios porque en mi opinión no son los culpables de esta situación”. El presidente de la Diputación de Castellón ha subrayado que “las diputaciones son un instrumento absolutamente necesario para el mundo rural” y ha señalado que en este momento en que la política tiene poca credibilidad entre la ciudadanía “es necesario volver a la esencia, estamos más que nunca en tiempos de municipalismo, porque el ciudadano en quien primero va a creer es en su alcalde y sus concejales a los que conoce, y son ellos los que pueden recuperar el crédito de los políticos”.

Desde su punto de vista, la reforma planteada por el Gobierno central “refuerza a las diputaciones como prestadoras de servicios eficientes, que cuesten al ciudadano lo menos posible”, y ha planteado la oportunidad que se presenta de que “dediquemos tiempo  a explicar a los ciudadanos lo que hacemos, la transformación y la modernización que ha vivido esta administración”. En esta dirección, ha puesto sobre la mesa la necesidad de que las diputaciones, “que antes se entendían como un centro de poder, pasen a ser ahora un centro de liderazgo”. Esta fórmula, según Moliner, pasa por “liderar el futuro y la sociedad, basándonos en una gestión eficiente; ser ejemplares a tiempo completo para que cada euro genere valor en el territorio, siendo transparentes y estando en contacto permanente con la ciudadanía; y también por tener capacidad de liderazgo económico, convirtiéndonos en catalizadores de puestos de trabajo y facilitando el marco para que los empresarios creen empleo”.

El ciclo de conferencias que se ha clausurado hoy en el Aula de Cultura de la Diputación forma parte de las numerosas actividades conmemorativas de los dos siglos del nacimiento de la Corporación provincial jiennense. Antes de esta mesa redonda sobre la evolución y el futuro de las diputaciones, se han celebrado cinco charlas entre los meses de octubre y mayo, en las que se ha debatido sobre la Diputación y sus presidentes en la época democrática, el papel de los trabajadores de esta institución como parte esencial en el desarrollo de la provincia, el valor arquitectónico del Palacio Provincial, las mujeres en la vida municipal y el papel de la Diputación en la formación.

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