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Jaén

Se enfrenta a dos años de cárcel por espiar el chat de su mujer y difundir sus mensajes privados

Su mujer y denunciante ha declarado que "nunca" autorizó a su marido a entrar en el chat, que fue él el que le creo el correo que daba acceso al chat por lo que conocía perfectamente las claves de acceso, lo que le permitía acceder a todo su contenido cuando él se encontraba en su trabajo

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  • Juicio. -

Un vecino de Jaén, José Ángel M.N., se enfrenta a dos años de prisión por un delito de revelación de secreto después de que su mujer lo denunciara por utilizar sus contraseñas, meterse en el chat y difundir entre su círculo más allegado las conversaciones que su pareja mantenía con un tercero y que él entendió como una relación sentimental.

   A estos dos años de cárcel que pide el fiscal, le suma otros tres años más de prisión por un delito de maltrato habitual ya que considera el Ministerio Público que la denunciante fue sometida por parte del acusado a vejaciones, insultos y amenazas desde que supuestamente descubrió la conversación que mantenía por el chat con un miembro de su equipo de trabajo.

   José Ángel M.N. se ha sentado este martes en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén acusado por los delitos de revelación de secreto y de maltrato, por los que la acusación particular ha elevado hasta seis el número de años de prisión, frente a los cinco de cárcel que pide el Ministerio Público.

   José Ángel M. N. ha rechazado en su declaración haber accedido al chat sin la autorización de su esposa. Ha señalado que el chat estaba abierto en cuanto accedías al ordenador y que era su mujer la que le daba los contenidos para que los imprimiera en su trabajo. Fue, según la versión del acusado, en una de estas entregas cuando descubrió la conversación que ha calificado como de "íntima".

   El acusado ha señalado que imprimió dicha conversación, que sustituyó el nombre de su pareja por el de "puta" y que se la remitió al hermano de su mujer y a una prima de ésta con el único fin de que "me ayudaran a arreglarlo". "Acababa de enterarme de que mi mujer me engañaba con otro tío. Me sentí herido y muy dañado", ha dicho el acusado en la vista para argumentar el insulto que introdujo en los textos impresos del chat.

   Su mujer y denunciante ha declarado que "nunca" autorizó a su marido a entrar en el chat, que fue él el que le creo el correo que daba acceso al chat por lo que conocía perfectamente las claves de acceso, lo que le permitía acceder a todo su contenido cuando él se encontraba en su trabajo.

   Asimismo, ha declarado haber sido "machacada" por su marido desde que descubrió las conversaciones con este compañero, conversaciones que, según ella, no fueron más allá y que "mucho menos entiendo como infidelidad". A partir de ahí se abrió un periodo en el que la denunciante dice haber sido sometida a insultos, vejaciones y menosprecios que la llevaron a precisar asistencia psicológica y a abordar los trámites de divorcio.

   Los hechos se remontan a agosto de 2010 cuando el acusado accedió al contenido de las conversaciones con un compañero de trabajo de su mujer y las puso en conocimiento del círculo más próximo de la denunciante. El inicio de los trámites de divorcio, llevaría dos años después de este descubrimiento a denunciar al que había sido su pareja, una vez que, según la denunciante, "pude recuperarme y fui capaz de darme cuenta de lo que me había estado haciendo porque yo estaba como si me hubieran vaciado el cerebro". El juicio ha quedado visto para sentencia.

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