Las técnicas constructivas usadas en la obra de la Autovía del Olivar en Puente del Obispo despiertan el interés de ingenieros andaluces. Un grupo de profesionales del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía visitó ayer las obras de la Autovía del Olivar en Puente del Obispo, donde se están llevando a cabo los últimos trabajos de ejecución, con una visita guiada por el director general de Infraestructuras, Jesús Huertas. “El estado de las obras es avanzado”, dijo, a la vez que reconoció que “estarán concluidas para antes de fin de mes”. El delegado territorial de Fomento y Vivienda en Jaén, Rafael Valdivieso, acompañó al grupo.
Las obras de la Autovía del Olivar que han sido objeto de la visita se sitúan en dos tramos de diez kilómetros en total, situados entre el enlace oeste de Baeza y el enlace sur de Puente del Obispo.
Según subrayó Huertas, “una vez en servicio estos dos últimos tramos, se dará continuidad a 76,4 kilómetros de autovía desde Úbeda a Martos en la provincia de Jaén”.
Los ingenieros se interesaron por los aspectos técnicos de la actuación y su desarrollo constructivo, y especialmente por las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Así, conocieron diversas técnicas sostenibles en la construcción de carreteras, empleadas en la Autovía del Olivar, como el uso de polvo de neumáticos en el firme, la estabilización con cal en los terraplenes y la utilización de lodos de depuradoras en los taludes.
Además, los responsables técnicos de las obras tuvieron la oportunidad de explicar una nueva técnica de retención de aguas en el drenaje de la vía, que evita el vertido de sustancias tóxicas a los ríos Torres y Guadalquivir.
De hecho, se han construido unas balsas de retención de aguas provenientes de la carretera que guardan los contaminantes del firme antes de verter el agua de drenaje a la naturaleza.
La Autovía del Olivar se ha diseñado como una infraestructura estructurante del territorio y potenciadora de las comunicaciones entre tres núcleos con una posición singular: Jaén, Córdoba y Sevilla. A lo largo de sus 170 kilómetros desde Úbeda a Estepa, esta infraestructura contribuye al desarrollo social, económico y turístico de las ciudades del interior de Andalucía.
