La sede de la Unión de Consumidores de Jaén (UCE) ha cerrado sus puertas. Desde antes del verano, la entidad privada, fundada en Jaén en el año 1985, dejó de atender a los jienenses a consecuencia de “una deuda contraída en concepto de subvenciones” por la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA).
Así lo explica Alfonso Ibáñez, uno de los fundadores y el presidente de UCE-Jaén hasta hace un año; y el abogado Alberto Manzaneda, vicepresidente hasta la disolución de la junta directiva y responsable de los servicios jurídicos de la entidad.
Según ambos, “a consecuencia del impago”, UCE- Jaén contrajo una deuda que no les permitió seguir adelante. Los problemas de “falta de liquidez” fueron “determinantes” para dar el paso y clausurar la sede y “no engrosar la deuda con los trabajadores de Jaén”, que dejaron de prestar servicio porque como entidad privada no podían hacer frente a los gastos de la Seguridad Social ni con los proveedores.
El presidente de la UCA, Juan Moreno, ha confirmado a VIVA JAÉN que no tienen deuda contraída con UCE-Jaén, ya que ésta última tiene una “financiación autónoma al gestionar su propio censo de socios”. Moreno asegura que la UCA concurre a subvenciones a nivel regional y la UCE-Jaén a nivel provincial.
Desde UCE Jaén han decidido hacer un paréntesis para trabajar en la reestructuración de la entidad. No descartan restablecer los servicios para no desatender a quienes durante los últimos 31 años han confiado en la entidad como socios (han llegado a las 1.600 personas). Las atenciones que se prestan son mínimas y ninguna personalizada, a través de emails.