Erika no pudo llevar a su hijo a su colegio el pasado viernes. Tenía que hacer algunas gestiones personales en una notaría que le impedían acudir como hace a diario hasta cuatro y cinco veces por la mañana para atenderle. En esa misma jornada Ana tuvo que recoger a su hijo, con necesidades especiales (NEAE) porque ese día tenía que llevar al hermano al médico y en su colegio no contaban con personal para el centro con personal para atenderlo.
“Explíquenos señor delegado (por el delegado provincial de Educación, Miguel Andreu), que le gustan los números, si ir cuatro y cinco veces en una mañana permite la conciliación con un puesto de trabajo o simplemente con vivir”, señalan desde Ustea.
Los casos de estas dos familias a los que hace referencia el sindicato provincial de enseñanza son solo dos ejemplos de horas de escolarización perdidas por no poder atender las demandas del alumnado NEAE en el colegio público Antonio Machado, centro donde hay 19 alumnos con necesidades especiales, 12 en Infantil.
A pocos metros de este edificio se concentraron hace una semana un grupo de padres afectados junto a representantes sindicales para reclamar más personal para atender a sus hijos con necesidades especiales.“Ya no estamos hablando de la calidad de la enseñanza, sino que se les roba, simplemente lo más básico, el acceso a ella. Podríamos hablar de cada niño, padre o madre que ven esos números y se les parte el corazón. Porque, por ejemplo, a usted que le gustan las matemáticas: si divide 20 alumnos entre las 22.5 horas del horario semanal máximo de atención al alumnado de la maestra de PT ya entenderá cuánto tiempo puede dedicar a cada alumno”.
Esta nueva denuncia de Ustea llega como respuesta al comunicado remitido por la Delegación territorial de Educación tras la protesta, en el que dejaba claro que el alumnado NEAE estaba bien atendido con las 47 horas asignadas para dos profesiones de pedagogía terapéutica y una profesora de audición. “Son 30 alumnos los que conforman el censo de necesidades educativas especiales del centro, de los cuales 15 son los que requieren, según se recoge en sus dictámenes de escolarización, la atención de un Profesional Técnico de Integración (PTIS)”, indicaban desde la Junta. Unas manifestaciones que no han hecho más que indignar a las familias afectadas. Frente a los dos PTIS con los que cuenta el centro, uno a jornada completa (25 horas) y otro a 16, mientras que uno de los alumnos con necesidades especiales requieren atención continua, desde Ustea tienen claro que este alumnado estará bien atendido “con 25 horas más de Profesional Técnico de Integración Social (PTIS), un docente más de refuerzo y apoyo pedagógico para las necesidades NEAE del centro”.
A todo ello suman asistencia de enfermería al menos a las 10.00 y a las 13.30 para hacer controles de glucemia, administración de insulina así como atención de posibles incidencia, aumento de las horas de Audición y Lenguaje”. Una enfermera Además, recuerdan el caso especial de este colegio de la avenida San Joaquín, pues tiene dos edificios en dos recintos separados por una calle con tráfico en ambos sentidos para el que además solo hay un conserje. Por eso reclaman otro más. “No es extraño ver a algún PTIS del centro con su chándal y corriendo, no como expresión, sino como realidad de un centro a otro. Pues estos trabajadores se encuentran desbordados y dan el 120% diario para tapar las carencias del sistema”, reiteran.
De momento, lo único que han conseguido es que la jefa de Servicio de Ordenación Educativa haya dado respuesta al escrito del sindicato CGT y se comprometa a estudiar completar el horario de PTIS, pero le piden que sea “de forma inmediata, sin dilaciones”. Esa ha sido la de cal; la de arena ha llegado en forma de negativa a incorporar una enfermera, asegurando “que no existe esa figura ni esa posibilidad”, lo cual niegan en el seno de Ustea. Para ello expone el caso de un colegio de Puerto Real, al que acude una enfermera para atender a un alumno tras acordarlo en una reunión la jefatura de Servicio y el distrito sanitario de la Bahía.
