La Real Balompédica Linense continua en su particular caída libre, y es que los blanquinegros tropezaron en su visita a Pozoblanco por 2-0, y la esperada reacción tras la charla de Alfredo Gallardo no llegó, y la Balona no levanta cabeza y acumula cinco partidos sin conocer la victoria. Y lo que es más preocupante, que llevan tres partidos seguidos sin ver la portería contraria, por lo que no sería descabellado pensar que a lo largo de esta semana llegara algún fichaje en forma de delantero. Y es que los de Vílchez se atascan cada vez que llegan a la portería contraria, ya que no es capaz de definir las jugadas que crean y el rival marca cada vez que llegan. Una situación parecida ya se vivió en la temporada pasada. Ahora toca esperar a las reacciones tras la derrota, aunque es una incógnita lo que puede suceder en estos días, y es que el tiempo y la paciencia se agita y más pensando en el choque de la próxima jornada ante el Dos Hermanas, un equipo en descomposición y en descenso, por lo que la taquilla volverá a ser poca.

En cuanto al encuentro fue un partido igualado, sobre todo en la primera mitad, aunque fue el Pozoblanco quien cogió las manijas del mismo, aunque poco después se equilibraron las fuerzas. Pero lo que le viene ocurriendo a la Balona, que las segundas partes no son buenas, y a diez minutos de la reanudación del encuentro, José Manuel aprovechó una contra para plantarse sólo ante David Zamora y hacer el primero de los de Rafa Carrasco. Los blanquinegros no reaccionaron y en el descuento, José Manuel le puso la puntilla a la Balona.

Los puestos de liguilla están ahora a cuatro puntos, pero quizás lo peor para los blanquinegros es que los equipos que le seguían en la clasificación le están alcanzando, por lo que la victoria en los dos próximos partidos es clave, si los de Vílchez quieren seguir aspirando a los puestos de promoción.

En los primeros compases del encuentro fue el Pozoblanco quien tomó la iniciativa con el esférico, y supo tapar a los blanquinegros, sobre todo la velocidad de Biri, y al organizador de la Balona, el roteño Pablo Niño (que volvía al equipo donde se reencontró con el fútbol). Aunque los de Vílchez cogieron en varias ocasiones desprevenidos a los locales, aunque el Pozoblanco se mantuvo firme, y a la Balona le costaba llegar a la meta defendida por Díaz. Y es que son ya de 270 minutos sin perforar la meta contraria, y con esa dinámica pocos partidos ganará la Balona si no encuentran de nuevo la senda del gol.

En el minuto nueve llegó la primera ocasión del encuentro y fue para el equipo local. Aguayo aprovechó su altura y se adelantó a la defensa blanquinegra para rematar de cabeza un saque de esquina. Su remate salió por muy poco. La réplica de su rival fue rápida. Thompson aprovechó su velocidad para irse de un par de defensas e inquietar a la defensa local, que supo parar en última instancia al jugador de la Balona.

Esa fue la principal arma del conjunto adiestrado por Eduardo Vilchez, la velocidad. Su forma de juego la dejó clara. Salida rápida del esférico, balón a Pablo Niño y juego directo con los delanteros o con Biri por la banda. La calidad de éste último se comprobó en cada una de las jugadas en las que intervino. Pero esa velocidad, esa visión de juego la contrarrestó el Pozoblanco con seriedad atrás.

La mejor ocasión para la Balona llegó al filo del descanso cuando Biri aprovechó un fallo garrafal de Obregón para internarse en el área. Muy escorado, el jugador gaditano cruzó en exceso y su disparo se fue a la derecha de la meta defendida por Díaz

Pero de nuevo las segundas partes no son buenas para la Balona, ya que a tan sólo once minutos tras la reanudación del encuentro, José Manuel que un minuto antes había saltado al terreno de juego adelantó a su equipo. Pero el gol despertó a los de Vílchez que se fueron a por un empate que nunca llegó a pesar de los intentos de los blanquinegros.

Cuando la Balona estaba volcada sobre la meta de Díaz, en el descuento, José Manuel, en posible fuera de juego, aprovechó un pase largo de Alex, para de vaselina batir a David Zamora.