Jerez

El Campo de Gibraltar produce el 25% de los cubitos de hielo de España

El Campo de Gibraltar es sede de dos de las empresas de fabricación de cubitos de hielo más importantes de España. Y es que, aunque pudiera parecer una contradicción, el hielo que se consume en gran parte de la Península procede del sur

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • La producción está totalmente automatizada -
  • La relación entre Don Fresquito y Procubitos es cordial, llegándose a derivar clientes
  • Copan el mercado andaluz, luchan en el nacional y tratan de expandirse en el europeo
La latitud del Campo de Gibraltar no hace sospechar que dentro de estas templadas coordenadas geográficas se instale el 25% de la producción de cubitos de la industria del hielo en España. Sin embargo, dos empresas comarcales, Procubitos y Don Fresquito, sitúan a la zona a la vanguardia de fabricación nacional y europea en este sector, en donde la congelación del agua se convierte en fuente de riqueza.

Ambas compañías, a pesar de ser rivales en su campo, mantienen magníficas relaciones que les llevan incluso a derivarse clientes y producción entre sí cuando la necesidad así lo reclama.

Además, estas dos empresas campogibraltareñas tienen un curioso origen similar, ya que nacieron como ramas de compañías de otros sectores que decidieron extenderse hasta la industria del hielo para obtener respuesta a las necesidades que encontraban debido a la falta de oferta de mercado.

Procubitos
La historia de Procubitos, la marca del oso polar, arranca en el año 1989. Entonces, “por necesidad”, el Grupo Hervaz requería de un proveedor fiable que abasteciera de hielo a todas sus estaciones de servicio.
El director general de la empresa, Miguel Ángel Vázquez, recuerda que “había muy pocos fabricantes de hielo a nivel nacional, lo que nos generaba muchos problemas de suministro. Esto nos invitó a crear nuestra propia fábrica”.

Tras ese comienzo, el grupo fue acumulando contactos “con otros compañero del gremio de las gasolineras, a los que se sumó el Grupo Cepsa y su red de 1.000 estaciones de servicio propias y 2.500 abanderadas, con quienes fuimos creciendo de la mano y que nos ayudó mucho en nuestro crecimiento logístico en toda España. Actualmente nuestra empresa abastece a toda la red propia de Cepsa y también suministramos a muchos abanderados”.

Procubitos cuenta a día de hoy con más de 20 empleados directos, a los que se suman los puestos creados por las diferentes franquicias y empresas de distribución en toda España. La evolución y el desarrollo de la marca experimentó varias etapas. En la primera, la empresa consolidó su posición en Andalucía y Extremadura gracias a la planta situada en su base central en la Estación de San Roque.

Posteriormente, se optó por dar el salto a la zona centro, norte y este de la Península con sus instalaciones en Cebreros, una de las primeras del continente europeo en cuanto a nivel de especialización tecnológica.
Ambas plantas ha colocado a esta empresa como “el principal fabricante español” de cubitos de hielo, a lo que se sumará, “tras una ampliación en la fábrica de Cebreros”, el liderazgo europeo.

Una posibilidad de expansión más allá de las fronteras españolas con la que ya se trabaja, siendo el primer paso unas instalaciones en Narbona (Francia). Todo ello hace que la capacidad producción de la compañía pueda llegar a alcanzar las 220 toneladas de cubitos de hielo diarios, lo que se traduce en hasta un 17% de la cuota del mercado nacional español.

El plan estratégico de la compañía les ha llevado a ir adquiriendo determinadas plantas en ubicaciones estratégicas como Madrid, Galicia o Cataluña, que han sido reconvertidas en plataformas de almacenamiento.
Paralelamente, la empresa trabaja en mantener su crecimiento a través de la captación de distribuidores en toda España, merced a un sistema similar a la franquicia. Eso sí, se da especial importancia a la uniformidad de la marca, lo que hace que la rotulación y cartelería sea igual para todos los distribuidores e instalaciones en toda la Península.

Entre los principales clientes de Procubitos se encuentran grandes firmas como El Corte Inglés, Mercadona, Covirán, Cepsa o Repsol. Una cartera que, según el director general de Procubitos, conoce la gran importancia de las calificaciones de seguridad alimentaria de que disponen las instalaciones de esta compañía.

A la responsabilidad sanitaria se suma también la medioambiental ya que en el Campo de Gibraltar, “dentro de nuestra política”, Procubitos está asociada con el Punto Verde de Ecoembes.

En cuanto a su competidor más cercano, Don Fresquito, Vázquez señala que “son amigos nuestros, con los que colaboramos y nos ayudamos cuando lo necesitamos. Si bien su ámbito es más regional, disponen de un hielo de magnífica calidad y ofrece un buen servicio. Incluso nos intercambiamos clientes cuando logísticamente nos es imposible atenderlos. No dejamos de ser competencia, pero es una rivalidad muy sana”.

La facturación anual de Procubitos durante 2009 ascendió a 5,5 millones de euros, considerable teniendo en cuenta el precio al que se vende el producto, según el director general.

Don Fresquito
Por su parte, el nacimiento de Don Fresquito, la firma con un pingüino como emblema, se produjo en 1990. Esta empresa familiar detectó un nicho de mercado en el sector del hielo, por lo que la compañía matriz, centrada en las casetas de feria, apostó por abrir su propia fábrica, según explica el gerente de la firma, Francisco Javier Gómez Pinedo.

La evolución, desde la sede central en Palmones, comenzó con dos toneladas de producción diaria, “y gracias a la potenciación que requieren los clientes con sus mayores consumos”, se han alcanzado las 45 toneladas de cubitos y 8 toneladas de hielo en escama al día. Estos datos suponen el 8% del total nacional anual y se traducen en una facturación anual de dos millones de euros.

En cuanto a la plantilla, Don Fresquito dispone de ocho personas fijas, que aumentan en verano con el ascenso de la demanda. Todo para dar respuesta a una cartera de pedidos principalmente andaluza, si bien la distribución alcanza a todo el país.

Si los principales clientes de Procubitos eran grandes superficies y estaciones de servicio, Don Fresquito tiene su principal cartera de clientes en las diferentes ferias de la comunidad autónoma. En este sentido, Gómez Pinedo subraya que “el 50% de las feria andaluzas son clientes nuestros, como las de Sevilla, Córdoba, Jerez, Almería o Málaga”.

La empresa del pingüino dispone de su propia red de distribución, una flota centrada principalmente en dar servicio a las ferias, a la que suma colaboraciones con autónomos para ofrecer un mejor servicio en cada punto.
Con estas dos firmas, en escasos kilómetros cuadrados, se concentran dos de las principales industrias a nivel nacional del sector, lo que sitúa a la comarca como un punto neurálgico en el mercado del hielo español.

Fabricación
La producción del hielo a nivel industrial requiere de material específico para poder generar una cantidad suficiente. El gerente de Don Fresquito, Francisco Gómez Pinedo, subraya que “todo el proceso está automatizado y el hielo no se toca para nada”.

El primer paso el lograr “agua pura para que el hielo sea transparente y de calidad. El agua de la red entra por un descalcificador, y a través de un ósmosis inversa, se obtiene el agua pura. Tras tratarla con ozono entra el proceso donde la maquinaría la convierte en hielo, la envasa y la ‘paletiza’ automáticamente, para almacenarla finalmente en la cámara”.

Mediante todo este tratamiento se consigue depurar el agua de cal, cloro y sales minerales, lo que da como resultado transparencia, dureza y ausencia de sabor u olor en el hielo.

Productos
Dentro de su oferta de cubitos de hielo, Procubitos ofrece dos tipos de productos. El primero es un hielo de 33x44 milímetros, el más habitual, que se destina a estaciones de servicio, campings, supermercados o tiendas. La segunda clase, destinado al sector de la hostelería, tiene un tamaño de 41x45 milímetros. Ambos originan el 95% de la facturación. Complementariamente a este hielo alimentario se ofrece hielo picado y la tradicional barra de hielo, “que cada vez se vende menos”.

En su caso, Don Fresquito ofrece tanto el hielo de cubito macizo como el hielo en escama, utilizado principalmente para el pescado. Cada cubito pasa por un túnel de secado-congelación que permite que los cubitos no se peguen entre sí, permaneciendo siempre sueltos.

Infraestructuras
El mercado del hielo es eminentemente estacional. Así, Procubitos, desde mayo a octubre trabaja las 24 horas los siete días de la semana. El resto de meses, exceptuando diciembre por el aumento de pedidos asociado a las fiestas, se trabaja sólo en uno o dos turnos de lunes a viernes.

Esto hace que la capacidad de producción de la compañía sea muy superior a la venta real que genera la estacionalidad.

Por su parte, el gerente de Don Fresquito recalca que “ahora producidos unas 20 toneladas al día, cantidad que asciende con la llegada de los meses de verano, en los que trabajamos 24 horas al día para producir 45 toneladas diarias. Esta estacionalidad también obliga a las empresas del sector a contar con instalaciones de almacenamiento suficiente.

Por ello, se requiere de un equilibrio entre producción y almacenamiento, ya que esta última supone “un amortiguador entre la demanda del mercado y la capacidad de producción, sobre todo en verano y en Navidad”.
Procubitos tiene capacidad para acumular más 2.400 palés entre su fábrica de la comarca y la de Cebreros, lo que se traduce en cerca de 2.000 toneladas de cubitos ya preparados.

Mientras, Don Fresquito mantiene 1.200 palés de hielo que se almacenan desde marzo para dar cobertura a la cartera de pedidos de los clientes una vez llegue la temporada alta.

Sector
Las dos empresas comarcales destacan que el mercado del hielo en España es muy amplio y muy diversificado. Así, existe “mucha pequeña producción” difuminada en diversos pueblos y ciudades.

Con todo, la crisis económica, como en otros muchos sectores, está concentrando la producción en torno a las grandes fábricas.

Para Miguel Ángel Vázquez, “el sector tiende a especializarse. El pequeño productor ve que el margen de beneficio mayor se encuentra en la comercialización, por lo que está abandonando la producción para centrarse más en esta área con mayores ganancias. Así, se están concentrando en la distribución y en la atención personalizada, en las que tienen amplia experiencia”. Mientras, la producción se deja a industrias con mayor capacidad y que puedan garantizar un buen servicio durante todo el año.

Esta tendencia se registra sobre todo en el ámbito de la fabricación de cubitos, ya que en el hielo en escama pervive una producción diversificada para dar respuesta a las peticiones del sector pesquero.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN