Así, el portavoz de la asociación, Antonio Muñoz, puso de manifiesto el riesgo que representa el actual porcentaje de ocupación de los pantanos, que se encuentran al límite de seguridad, lo que obliga a la Agencia Andaluz de Agua a aliviar su superficie mediante evacuaciones.
Son precisamente estas evacuaciones las que, según Muñoz, representan una amenaza para la comarca, ya que llevan consigo un elevado porcentaje de probabilidad de inundación para las vegas de los ríos Palmones y Guadarranque.
Además, dichas evacuaciones suelen llevarse a cabo cuando fuertes precipitaciones provocan que se supere el umbral de seguridad permitido para los pantanos de la comarca, una circunstancia que hace, según Muñoz, que las inundaciones de las vegas se achaquen a las lluvias torrenciales, cuando responden realmente al alivio de agua en las superficies de los dos embalses.
Además de las vegas, el portavoz de Verdemar apuntó a que estas inundaciones se están extendiendo en los últimos años a zonas residenciales como la Colonia San Miguel, en Algeciras; o Puente Romano, en Los Barrios, debido a que la urbanización del entorno fluvial de esta zona provoca una salida del agua hacia otros puntos.
Una de estas urbanizaciones denunciadas ayer por el grupo conservacionista es la de la vega de El Fresno, que califican de “ilegal” en una llanura fluvial afectada por un alto riesgo de inundación, ello a través de “un proyecto de escasa viabilidad económica y soportada por fuertes inversiones públicas”.
Estas obras, para Verdemar, se están ejecutando en contra de diversos informes emitidos por la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, el Seprona de la Guardia Civil y distintos organismos de la propia Junta de Andalucía y del Estado.
Así, señaló que la primera fase de la urbanización de esta vega ha sido la finalización del enlace secundario con la carretera A-7. “El Ministerio de Fomento ha realizado estas obras careciendo de informes favorables y de los necesarios estudios hidrológicos y de impacto ambiental”, indicó.
Para el portavoz del Verdemar, “los viales y las actuaciones urbanísticas que se están llevando a cabo en la llanura de inundación de El Fresno, conllevarán un impredecible riesgo de inundación de zonas habitadas e industriales situadas en diferentes tramos del río Palmones, y también conllevarán un fuerte impacto ecológico e hidráulico en una zona de gran valor natural”.
Alternativas
Antonio Muñoz recordó que el parque fluvial del Palmones, en su área de mayor importancia ornitológica, abarca 240 hectáreas, de las que sólo un 24 % se hallan incluidas en un reducido Paraje Natural.
El biotopo más característico de Palmones es el estuario, situado en el Mediterráneo, pero con un flujo intermareal de características atlánticas. Sus fangos consolidados están cubiertos de un tapiz vegetal de especies halófitas, presentando en los límites de transición con los canales y esteros unas formaciones de junco muy peculiares, dentro de las marismas gaditanas.
Asimismo, recuerdan que la desembocadura del río Palmones es la única zona costera que queda sin urbanizar en la Bahía de Algeciras, pudiendo calificarse ello de “sorprendente” a tenor de “la intensa expansión urbana e industrial sufrida por esta bahía en las últimas décadas. También la mayor parte de sus vegas fluviales se hallan sin urbanizar, lo cual permitiría la creación de un corredor verde que conectase el actual Paraje Natural Marismas del río Palmones con el Parque Natural Los Alcornocales”.
La primera actuación que Verdemar plantea para contrarrestar esta situación y evitar los riesgos de inundación en el cauce del río Palmones consiste en desestimar la aplicación de usos urbanísticos sobre las vegas de este cauce, muy en concreto sobre el sector El Fresno Sur, que consideran el que más peligro representa para las zonas urbanas que se encuentran ubicadas en las inmediaciones de la desembocadura.
Asimismo, entienden que el Ministerio de Fomento debe remodelar el enlace secundario que ha ejecutado en la zona, elevándolo sobre pilares, al igual que el tramo de la carretera A-7 afectado y el vial de acceso al Fresno-Norte, uniendo con viaductos los vanos de los puentes del río Palmones y del arroyo Blanco, a lo largo de los viales del enlace secundario y del tramo de la A-7 colindante.
Esta alternativa de viaducto también debe aplicarse, según entiende el grupo conservacionista, en la ampliación del puente del río Palmones situado en la vía férrea Algeciras-Bobadilla.
Esta actuación propuesta aumentaría enormemente, a juicio del colectivo, la capacidad de evacuación de la vega de El Fresno durante las avenidas que afectan al cauce del río Palmones. “Esta variación del enlace y de los viales podría costearse utilizando el elevado presupuesto que el Ministerio de Medio Ambiente tiene previsto para su proyecto de mejora e integración socioambiental de las riberas del río Palmones”, especifican.
En comparación con dicho presupuesto, Verdemar considera que la remodelación que proponen conllevaría “una inversión mucho menor y sí sería una verdadera actuación de mejora e integración”.
Por otro lado, proponen que la regularización de las edificaciones existentes en el cauce del río Palmones sólo se lleve a cabo sobre aquellas que se hallen situadas por encima del nivel de inundación con el periodo de retorno más elevado. “El resto de las edificaciones existentes, en su mayor parte ilegales, podrían ser reubicadas debido a su escaso número, lo cual evitaría las obras de contención de avenidas necesarias para su protección, desestimándose en consecuencia la edificación de los diversos proyectos urbanísticos que pretende llevar a cabo el Ayuntamiento de Los Barrios”.
En definitiva, la propuesta de Verdemar se sostiene sobre un proyecto de mejora del río Palmones adecuado, donde sólo se contemplan usos urbanísticos puntuales, y donde se conectaría el Parque Natural Los Alcornocales y el Paraje Natural Marismas del río Palmones a través de sus llanuras de inundación, mediante la ampliación de dicho Paraje Natural.
Asimismo, consideran que esta actuación abarcaría el sistema de dunas colindante, las vegas fluviales situadas
curso abajo del puente de la carretera CA-231, así como una zona forestal de alcornoques y acebuches situada entre el arroyo Botafuegos y la vía férrea, uniéndose ambos espacios a la altura del Monte de la Torre.