Se acabó lo que se daba. La alarma del despertador acabó ayer de golpe y porrazo con las vacaciones de más de 22.000 escolares de Infantil y Primaria tras más de dos meses. Y con el comienzo de las clases, volvieron también los atascos y los aparcamientos a doble fila a las puertas de los centros porque no hay manera de que los padres se conciencien de que el coche no tiene que quedarse frente al colegio de su hijo. Mientras las bocinas “cantaban” el cabreo de más de un conductor, la banda sonora de la mañana se completaba con los llantos de los más pequeños, los niños de 3 años de Infantil que por primera vez acudían a las aulas con caras de pocos amigos, y los gritos de los más veteranos que llegaban contentos por reencontrarse con sus compañeros.
Pese a que ayer el horario para Infantil era más flexible al ser día de adaptación y las clases apenas duraban dos horas o a lo sumo dos horas y media, a los novatos y no tan novatos de 4 años que no tenían ganas de regresar a clase les servía de poco consuelo las explicaciones de sus padres. Entre tanto, llegaba el mensaje de bienvenida de la dirección en centros como el Sagrada Familia, donde reinaba la tranquilidad, y también alguna que otra incidencia que consiguió enfadar y bastante a los padres del ciclo de Infantil del CEIP El Membrillar, donde la falta de las dos maestras de las dos clases de cinco años obligó a las docentes de la clase de cuatro a concentrar a los dos grupos. Aunque afortunadamente las clases eran de 10 a 12.30 el cabreo de los padres cuando se enteraron era monumental dado que en cada aula estuvieron 50 niños, muchos de los cuales tuvieron que pasar todo el rato en el suelo ante la falta de sillas.
“Es vergonzoso porque son dos bajas de maternidad que no se han cubierto, si mañana (por hoy) no están las profesoras, dejaré el niño en casa y tampoco se trata de que el niño pase desde las 9 (hoy es jornada completa) en el patio con el calor que hace”, comentaba un grupo de madres visiblemente molestas con lo ocurrido. Un problema que también se repitió para algunos grupos del colegio proyectado en La Teja que, pese a no estar construido, admitió alumnos y tiene actualmente dos clases de 4 y 5 años y en las que ayer también faltó uno de los profesores.
Pese al enfado de los padres, desde la Delegación provincial de Educación restaron importancia a este hecho, que ubicaron en la “dinámica habitual” del primer día de clases.
En este sentido recordaron que en la misma jornada de ayer se nombró al personal sustituto y aseguraron que hoy martes esta incidencia estará solventada. No hay que perder de vista que con la reforma educativa del ministro José Ignacio Wert, las sustituciones no se harán efectiva hasta que transcurran diez días de la baja, lo que explica que los padres del Membrillar no se explicaran la falta de previsión por este tema dado que las dos bajas de las clases de 5 años eran de maternidad.
A esto hay que sumar los desperfectos del centro, dado que debido a un robo del pasado verano hay una parte del patio donde sólo hay una malla que separa la calle del patio después de que los ladrones se llevaran la valla. “Los niños se pueden escapar, no me explico a qué esperan para repararla”, comentaban algunas madres a la salida del colegio. Al parecer, el Ayuntamiento arreglará esta infraestructura hoy a primera hora.
Donde sí faltó el 50 por ciento de los alumnos fue en el CEIP Guadalete, en El Torno. Los padres acudieron con sus hijos al centro, pero la mitad de ellos decidió no llevarlos dentro y marcharse a casa para secundar la protesta convocada por la AMPA del colegio para rechazar la supresión de las Entidades Locales Autónomas (ELAS) recogida en el anteproyecto de Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración local. Un gesto que el alcalde de El Torno, Miguel Ángel Morales, agradeció públicamente al colectivo de padres del mencionado centro.
Por parte del Ayuntamiento, el mensaje que lanzaron fue de tranquilidad, ya que, según la delegada de Participación, Juventud y Educación, Lidia Menacho, la normalidad marcó el inicio del curso escolar en los colegios jerezano. De estos, los más afortunados han sido objeto a lo largo de los meses de julio y agosto de obras de mantenimiento con actuaciones realizadas por valor de 30.510 euros en 22 centros, cumpliendo con sus competencias en cuanto a la realización de obras menores, y velando porque los centros pudiesen abrir sus puertas “en las mejores condiciones”. “Desde el Ayuntamiento hemos aprovechado este verano para realizar todas las obras menores de mantenimiento que ha sido posible, trabajos que durante el primer semestre del año han alcanzado los 203.924 euros, con actuaciones acometidas tanto por Educación como por Infraestructuras”.
De nuevo, no faltó un rapapolvo a la Junta de Andalucía. “La competencia del Ayuntamiento es el mantenimiento y conservación de los centros educativos y las obras de mayor envergadura son obligación y responsabilidad de la Junta, y no vamos a permitir que sigan olvidando a nuestros centros”. El Ayuntamiento también hizo extensiva la normalidad de la jornada a las porterías de los centros, que en los próximos días perderán a 13 porteros por el ERE. Unas circunstancias que, según indican desde el Gobierno local, les ha obligado “reorganizar” el servicio para que todos los centros cuenten con su portero correspondiente una vez que dejen de formar parte de la plantilla, avisando que “en ningún caso se verán desatendidos”.
Pelayo rompe con la tradición de inaugurar el curso
La alcaldesa no acudió ayer a ningún colegio a inaugurar el curso escolar. Un acto que se ha convertido en una tradición en Jerez. Aunque desde el Ayuntamiento no dieron explicación alguna, todo apunta a que tras el último encontronazo con los afectados por el ERE del pasado jueves, prefiere no dejarse ver en demasiados actos.
La Flampa no hará balance hasta final de semana
La Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres (Flampa) no hará balance de la vuelta al cole hasta finales de semana, cuando mantenga una reunión con las distintas Ampas para recapitular todas las incidencias ocurridas a lo largo de los primeros días de clase. Una valoración que se antoja demasiado retrasada en el tiempo.
Estefanía del Valle: Maestra interina de Primaria
"He llegado a mirar la lista 15 veces al día”
Estefanía del Valle es jerezana, tiene 25 años y lleva dos cursos trabajando como maestra interina de Primaria, periodo en el que ha recorrido media Andalucía. Opositó por primera vez al acabar la carrera, con 22 años, obteniendo más de un 9, puntuación que le dio el tribunal de nuevo cuando se presentó por segunda vez. Después de dos convocatorias rozando su plaza, ha trabajado en colegios de Sevilla, de Málaga, de sierras de Almería que ni siquiera sabía que existían y afronta el nuevo curso con “más incertidumbre” por los recortes de Gobierno central. Además, otra de las novedades es que las bajas de maestros no se cubrirán hasta que transcurran 10 días.
“Los niños son los mismos o más y hay maestras embarazadas y otros que se pondrán enfermos. Llamar tienen que llamar”, explica. De cara al nuevo curso, aunque sabe que las cosas están complicadas, también está “mejor situada”. A partir de ahí, con el inicio de las clases, empezarán los nervios y la entrada a la página web de la Junta de forma compulsiva para ver cómo bajan las listas.
Tal como confiesa, no es capaz de contabilizar las veces que ha llegado a mirarlas pero “por lo menos 15, sí, y cuando te ves que estás en el número 10 tienes que hacerte a la idea que en dos días te llaman. Da igual que el destino esté en la otra punta ”. Y es que este colectivo tiene que preparar las maletas a toda prisa para incorporarse a su nuevo colegio en un margen de menos de 48 horas.
Exceptuando este acelero y el estar en periodo de adaptación constante, tiene claro que pesa más lo positivo.
