Los jerezanos seguirán conviviendo al menos hasta el jueves con las bolsas de basura acumuladas en los contenedores de sus barrios. Lo que parecía un acercamiento entre Urbaser y los trabajadores en la primera reunión del periodo de consultas del ERE para 125 trabajadores, se torció a desencuentro sólo 24 horas más tarde, cuando las dos partes volvieron a sentarse sobre la mesa y analizaron el plan de ahorro del comité.
Una propuesta que la concesionaria responsable de la limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos consideró “insuficiente” y que contempla recortes en el coste del servicio de casi tres millones de euros a partir de congelaciones salariales hasta el 2016, vacaciones compartidas y eliminación de otros pluses.
El presidente del comité de empresa, Juan Manuel Cazalla, mantiene que se han llevado “un palo” y tiene claro que el problema estriba en que Urbaser “no quiere poner ni un duro y pretende que de los tres a los cuatro millones y pico que hay que recortar lo pongamos nosotros de nuestro bolsillo”, critica.
Pese a mostrar su intención de no interferir en las negociaciones, el Ayuntamiento también se ha mojado el último fin de semana a través del portavoz municipal, Antonio Saldaña. Tras achacar el distanciamiento en las negociación a una “contaminación” de la huelga del 14-N auspiciada por los intereses sindicales, instó a la plantilla a poner sobre la mesa “ajustes salariales reales” y no congelaciones “futuras”, aprovechando “el juego” que les da le convenio colectivo.
Felisa Rosado: “Jerez estaba desbordada de basura”
Cazalla, visiblemente molestó, no ha tardado en responderle asegurando que con su propuesta recortarán entre 7.500 a 8.500 euros al año a cada trabajador. Ante este panorama, al comité le queda poco más que pedir disculpas a la ciudadanía y esperar que este lunes, donde aseguran que sólo van a “cerrar flecos” de su propuesta a petición de Urbaser, “nos den la sorpresa”. De otra forma, no prevén volver a sentarse hasta el jueves, a menos que hoy las negociaciones vuelvan a cambiar.
n El que la ciudad haya estado “desbordada” complica y mucho que la ampliación de los servicios mínimos se aprecien. “Pensaba que se iba a notar más”, reconoció la delegada de Medio Ambiente.