Jerez

La salud y la recesión

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Bueno, parece que ya nos vamos poniendo de acuerdo todos en que vamos a entrar en una recesión. Se habrán hartado ya ustedes de leer que recesión es cuando hay dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo. En realidad esto no es más que una convención poco importante y que surge de una definición de la palabra recesión que dio un organismo estadounidense.

Tiene la importancia de marcar un cierto grado de problemas en la economía. Efectivamente, dos trimestres seguidos con crecimientos negativos parece grave. ¿Es más grave que dos trimestres seguidos con crecimientos de 0% o de 0,1%? Pues no. Es lo mismo. A estas alturas de la crisis, lo importante no es si va a haber o no una recesión, sino cuánto van a durar los problemas.

Pero me temo que este gobierno que asistió impasible el ademán a la hinchazón de la burbuja inmobiliaria, a la pérdida de competitividad de la industria y el turismo y que trató de convencernos de que no pasaba nada para que les votáramos, no va a decirnos lo que van a durar los problemas. Y la oposición, los pobres, también culpables de la parte que les toca de la burbuja en sus años de gobierno, tienen poca credibilidad. Eso es lo que nos pasa por tener el sistema electoral de listas cerradas y partitocracia que tenemos. Ahora que vienen mal dadas sería el momento de cambiar la constitución y resolver éste, y otros problemas básicos que tenemos en este país.

Pero este artículo va de la salud y la crisis y se me está yendo de los dedos por la indignación que me ciega ante tanto palurdo gobernando u opositando. Vayamos a ello.
Parece haber cierto consenso entre los sabios que una recesión es buena para la salud. El Dr. Miller, de la Universidad de Stanford ha estudiado la evolución de la salud en Colombia a variaciones del precio del café, materia prima fundamental en la economía de aquel país. Ha demostrado que una bajada del precio del café reduce la mortalidad infantil y la salud en general. La razón parece radicar en que, al bajar el precio del trabajo, se dedica un mayor tiempo al cuidado y alimentación de los niños; específicamente aumenta el porcentaje de madres que dan el pecho a sus hijos y aumenta la proporción de niños que reciben todas las vacunas recomendadas.

Pero estos datos se refieren a un país relativamente pobre y a un medio rural. ¿Cómo evoluciona la salud en países ricos? Según el NYT, hay que referirse a dos estudios. Uno muy interesante fue realizado por investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam que estudiaban la salud de gemelos nacidos en Dinamarca. En su estudio se encontraron que los nacidos durante crisis económicas tenían mayores probabilidades de sufrir problemas del corazón y, en media, vivían 15 meses menos que los nacidos en épocas de bonanza.

La clave parece estar en la calidad del sistema de salud del país y del acceso a él. En Japón, por ejemplo, durante la crisis de los noventa, los desempleados tenían doble probabilidad de tener problemas de salud que los que tenían un trabajo seguro. En Perú, con un pobre sistema sanitario y de protección social, la crisis de los ochenta produjo un aumento de la mortalidad infantil de un 2,5%; en otras palabras, murieron 17.000 niños más.
Podría decirse que una crisis lo que provoca, a efectos de salud entre otras cosas, es una aumento en la diferencia de calidad de vida entre ricos y pobres. Por cierto, recientemente el The Economist publicaba una gráfica que demostraba que España es uno de los países más desiguales de Europa, al nivel de Gran Bretaña. Concretamente países como Francia, Alemania, Noruega o Suecia eran más igualitarios que nosotros.
En fin, tomémonos lo que viene con tranquilidad para evitar el aumento de problemas de corazón y de cáncer. Ya hemos pasado por esto antes. Tranquilidad, todo el ejercicio que podamos, comamos mucha menos carne, abusemos de verduras y fruta y bebamos mucha manzanilla que, además de ser buena para la salud, es un excelente antidepresivo como demostrará alguien cuando se ponga a ello. Salud.

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