Fue el 26 de octubre cuando los blanquinegros se metieron en el farolillo rojo y del que no ha salido tras sumar los tres puntos ante el Portuense. Desde esa fecha han pasado 120 días, en los que la Balona ha sido el colista del grupo IV de la Segunda División B. Entró en el último puesto de la clasificación en la jornada décima cuando perdió en casa ante el Melilla por 2-3. Anteriormente, los blanquinegros habían deambulado hasta fuera de los puestos de peligro, y sólo en una ocasión repitió lugar en la tabla aunque ta estaba en puestos de descenso. Fue en la octava y novena jornada, cuando los de por aquel entonces de José Luis Burgueña repitieron en el puesto 18. Pero la ausencia de victorias (la primera no llegó hasta la jornada 15 que coincidió con el regreso de Baby al banquillo blanquinegro) condenó a la Balona a llevar el farolillo rojo durante 16 partidos. Y es que cuando había tenido oportunidades para salir de ahí, no las había aprovechado.
La Balona comenzó bastante alejada de los puestos de descenso, tras las primeras jornadas de liga. Tras el empate ante el Poli Ejido acabó en décima posición; en el segundo encuentro liguero en el que cosecharon su primera derrota (3-2 ante el Real Jaén), pero tan sólo cayó dos posiciones hasta el duodécimo, pero la falta de victorias, y los triunfos del resto de los equipos provocó que los blanquinegros siguieran cayendo en la tabla clasificatoria.
Ante el Écija firmó un empate (1-1), que le llevó a todavía seguir fuera de los puestos de peligro, catorce. Tras repetir empate con el Guadalajara (en el 80’, los blanquinegros iban ganando 2-0), descendió un puesto, pero en la jornada quinta disputada en miércoles, volvieron a ascender uno tras el 0-0 ante el Roquetas. En la sexta, perdieron ante el Granada 74 (en aquel encuentro suspendido por la lluvia) y bajaron de nuevo. Y a partir de ahí, el equipo fue de manera descendente.
Volvió a cosechar un nuevo empate, 1-1 ante el Racing Portuense entraron en promoción, y una más tarde, ya entraron en el descenso, después de perder 1-2 ante el Conquense (tenían controlado el choque hasta el último instante, pero los manchegos le dieron la vuelta al marcador con un empate en el tiempo de descuento). En la jornada novena, empataron 0-0 ante el San Fernando, y volvieron a repetir lugar en la tabla, en el 18.
Pero fue ya en la décima cita liguera cuando la Balona entró de lleno en el farolillo rojo, tras caer 2-3 ante el Melilla.
Desde aquel encuentro ante el conjunto melillense, en la que la Balona se convirtió en el farolillo rojo, el 26 de octubre, han pasado un total de 120 días, que son los que les ha costado dejar de ser colistas, y alimentar una ligera esperanza de salvación.
Desde el momento en el que ocuparon el farolillo rojo, en cinco encuentro, tan sólo sumaron un punto (tras empatar 0-0 ante el Ceuta) y acumularon cuatro derrotas (tres de ellas de forma consecutiva), que le hicieron ser colistas en solitario. Éso provocó el cese de José Luis Burgueña y el regreso de Baby al banquillo.
Desde la jornada 16, los de Baby han sumado tres victorias (las únicas que ha cosechado hasta el momento) y tres empates, lo que le ha permitido salir del farolillo rojo, aunque 16 partidos para conseguirlo es mucho tiempo mientras que la salvación sigue a once de la salvación.
