El delegado de Urbanismo, Agustín Muñoz, recibe este miércoles a vecinos y propietarios de los bares de la Plaza Vargas ante las denuncias que los primeros han presentado ante el Ayuntamiento quejándose de botellones, ruido y los problemas de salubridad que vienen sufriendo desde hace veinte años .¿Por qué lo hacen ahora y no antes? Como relatan los residentes afectados a este periódico, ni la problemática es nueva ni ellos no han dado sus quejas hasta ahora, lo que ocurre es que lo han hecho de manera individualizada y cansados de que sus reclamaciones no surtan efecto se han integrado en la Asociación de Vecinos del Centro Histórico para buscar una solución definitiva.
De hecho, el presidente de este colectivo, Alejandro González, también acudirá a un encuentro en el que Muñoz pretende mediar entre las dos partes y tratar de llegar a un buen entendimiento. Los afectados, entre la Plaza Vargas, la calle Santa Isabel, y sus inmediaciones y que se contabilizan en casi 50, han recogido firmas y aseguran que hay casos de vecinos que los fines de semana tienen que dormir con tapones en los oídos.
Además, explican que aunque el ruido viene de siempre, la apertura progresiva de más bares en la plaza, la mayoría muy pequeños, -lo que hace que en la práctica muchos de los clientes jóvenes salgan al exterior con vaso en mano- ha complicado las noches del fin de semana en los últimos años. También se quejan de que no es extraño ver varios grupos de gente haciendo botellón, y que la situación se va de madre en Navidades y Semana Santa, sin contar con los problemas de este verano. A ello se une la falta de riego en la zona y el fuerte olor a orine, lo que hace casi imposible ventilar sus casas.