“Abandonados; discriminados; engañados; excluidos, olvidados...”. La lista de adjetivos con connotaciones negativas que ayer se sucedían en las pancartas de las madres del CEIP San Juan de Dios es interminable para referirse a la situación que sufre desde hace años este colegio. Cansadas de que el Ayuntamiento y la Junta miren para otro lado, las madres se rebelaron ayer contra una dejadez de competencias que salta a la vista, concentrándose en los accesos del colegio de la antigua Nacional IV sin urbanizar para mostrar su indignación por las condiciones en las que estudian sus hijos. Casi 150 niños van cada día con sus mochilas a un centro “indigno” en un estado de salubridad más que cuestionable y con estancias en ruinas con techo de uralita justamente al lado del edificio de Infantil. Las inundaciones y los baños rebosando son un clásico también de un colegio con problemas de envergadura que corresponden a las competencias tanto del Ayuntamiento como de la Junta.
“No vamos a parar”
En contraposición, mientras ambas administraciones no responden a las llamadas de socorro de los padres, la comunidad educativa se vuelca con un centro al que la crisis ha tocado todavía más que al resto. “Como nuestro colegio no tiene visibilidad, aquí no se hace ninguna obra y nosotros no somos un colegio de segunda. En 2006 nos quitaron la ayuda compensatoria sin darnos ninguna explicación, cuando de 149 niños, 103 tienen la bonificación del 100%”, señala Mercedes Barba, de la AMPA, que ha advertido de que “no vamos a parar” hasta que los obreros entren en el centro.
Como aseguran, en lo que respecta al Ayuntamiento la respuesta ha sido siempre “falsos plazos” desde el verano hasta el pasado mes de febrero, cuando le volvieron a posponer las actuaciones. En lo que respecta ala Junta, asegura, la actitud es idéntica, ya que se han visto obligados a usar un comedor un antiguo gimnasio con canastas aún sin retirar y suelos levantados que sirve de almacén compartido con el instituto de al lado.
