Jerez

Jerez, de 'ciudad sin ley' a Capital Mundial del Motociclismo en 30 años

Para desdeñar aquel concepto inicial de diversión salvaje, el Ayuntamiento de Jerez ha dispuesto cada año la organización de actividades de ocio

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  • Convoy motero -

Treinta ediciones han transcurrido desde la celebración de la primera prueba del Campeonato del Mundo de Motociclismo en Jerez y, desde 1987, se ha pasado de una ciudad sin ley tomada por las motos a una convivencia ordenada que ha hecho que la Federación Internacional (FIM) haya designado a Jerez "Capital Mundial" de este deporte.

La primera edición, celebrada el 26 de abril de 1987, atrajo a 132.000 espectadores al Circuito de Jerez, según las cifras de taquilla facilitadas entonces, números que el año pasado la organización cifró en 122.000 el domingo y en 243.000 todo el fin de semana.

Aunque la gran mayoría de los "moteros" suelen ser cívicos, en las primeras ediciones las calles de Jerez se convirtieron en improvisados circuitos con exhibiciones espontáneas que, por desgracia, llegaron a propiciar varios accidentes, alguno incluso mortal.

Las motos partían de cada lado en la Avenida Álvaro Domecq, en el Mamelón o en la Avenida de México, cruzándose en un estrecho carril con espectadores situados a escasos metros a izquierda y derecha, por lo que Jerez olía a goma quemada en noches que mezclaban octanos y caos.

Muchos eran jóvenes de la localidad o de las cercanías que, con pequeños ciclomotores, intentaban emular sin éxito a ídolos como, por ejemplo, Kevin Schwantz.

Con el paso de los años, se ha eliminado este concepto de ciudad sin ley gracias a la colaboración entre las administraciones públicas.

El Plan de Seguridad lo integran unos 5.000 efectivos, con 1.500 agentes de la Guardia Civil, 700 policías nacionales y 125 funcionarios y técnicos de la Dirección General de Tráfico.

Además, el Cuerpo Nacional de Policía trabaja junto a los efectivos de la Policía Local de Jerez y los municipios más próximos, como Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María, Rota o Chipiona, que durante este fin de semana reciben a miles de visitantes.

Este plan también contempla la ordenación del tráfico ante una ingente cantidad de desplazamientos, en torno a 250.000.

En 1987, Jerez se encontró con una afluencia de visitantes imprevista que desbordó todas las previsiones, ya que en aquellas fechas, para llegar al Circuito de Velocidad, no existía la actual autovía A-382 Jerez-Arcos y el acceso principal era una simple carretera nacional (N-342) que quedó colapsada.

A las nueve de la mañana, ya había colas de once kilómetros y algunos espectadores tardaron cuatro horas en recorrer en coche este trayecto hasta el Circuito.

El colapso fue tal, que la conexión de la autopista AP-7 desde Sevilla o la Bahía de Cádiz también se vio afectada y hubo quienes abandonaron sus vehículos en las cunetas de la carretera y decidieron ir a pie.

Hoy en día, con la autovía A-382 y la enorme bolsa de aparcamiento situada en la salida 7, todos estos problemas se han solucionado y en un tiempo razonable de trayecto se puede llegar al Circuito desde el centro de Jerez.

Los precios, como es lógico, también han variado en treinta años. En 1987, la tribuna VIP costaba 3.000 pesetas (18,03 euros) y la entrada más barata de 'pelousse', 800 (4,81 ?). En la edición actual, la entrada VIP cuesta 133 euros y la localidad más económica, 57 euros.

Para desdeñar aquel concepto inicial de diversión salvaje, el Ayuntamiento de Jerez ha dispuesto cada año la organización de actividades de ocio, como el que en esta edición reunió el pasado jueves a mil quinientas motos en un tranquilo paseo de exhibición.

Un concierto en la plaza de toros este sábado con los grupos Burning, Los Rebeldes, Los Secretos y Trogloditas y una exhibición de motos de estilo libre ('freestyle') completan el programa de ocio

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