Esperando a Ricardo García

Toca esperar en el tema institucional. El denominado Grupo de Jerez, en el que está integrada la Asociación Deportiva Afición Xerecista XCD, sigue cerrando flecos para procurar la marcha de Ricardo García de la entidad, si no como máximo accionista, que es tremendamente complicado sí de forma real dejando la organización de la temporada en manos de este grupo que tendría la opción de negociar un paquete accionarial, a coste lógicamente cero, para tener también participación en la sociedad.
La última palabra lógicamente la va a tener Ricardo que es consciente que si no da el paso que se le pide, o casi se le exige desde la afición, se podría encontrar con un serio problema a la hora de planificar el futuro más inmediato porque podría terminar quedándose solo en esa gestión precisa y necesaria.
Conocemos que en las últimas fechas se han cruzado documentos que tienen que ser firmados y que deben tener el visto bueno para que el llamado grupo de Jerez, con la afición xerecista dentro del mismo, dé el definitivo paso al lado para, de alguna manera, llevarla gestión deportiva de la entidad en la próxima campaña y poder organizarla en tiempo y en forma para que no haya sorpresas desagradables ni haya que ir llamando a los bolsillos de los aficionados que asisten a los partidos para el pago de los arbitrajes o, simplemente, para comprar un balón como ha venido sucediendo en las últimas campañas.
Desde la afición se confía que esta semana pueda ser ya la definitiva ya que, ciertamente, hay que pagar a la Real Federación Andaluza de Fútbol y también hay que alcanzar acuerdos definitivos, que pasan por pagar algo de lo que se les adeuda, con Ruz, Toni Lechuga y José Vega. Hay un planteamiento cierto de pagos pero se tiene que materializar todo con el visto bueno de Ricardo García.
Este fin de semana podrían existir nuevos contactos para ver si las pretensiones de los aficionados se concretan o ,por el contrario, hay un paso atrás en esas negociaciones lo que podría provocar también un serio revés para las aspiraciones de que sean los aficionados los que gestionen el club.