Jerez

El Guadalcacín toma aire en el derbi de Tercera, (2-0)

Goles de Marín y Canty, expulsión de Guerrero en el 29 y gol anulado a Quirós

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  • Celebración del 2-0, obra de Canty. -

Guadalcacín    2
Xerez CD    0
Guadalcacín: Brian; Pablo Pérez, Diego Galiano, Pancy, Juanan; Luis Castillo,  Alberto Durán (Juanjo, minuto 61), Goma; Marín (Alvarado, minuto 70), Canty y Borja Jiménez (Gómez, minuto 85)
Xerez CD: Zamora; Gonzalo (Javi Falcón, minuto 60), Ángel (Albino, minuto 80), Guerrero, Chato; Isra, Javi (Juanma Aguilar, minuto 46); Quirós, Juan Benítez, Vega y Pedro Carrión
Goles:
        1-0 m. 36: Marín. Asistencia de Borja Jiménez;  2-0 m. 39: Canty. Paró, templó y marcó dentro del área

Árbitro: José Daniel Durán García, Anuló un gol al Xerez en el minuto 24 por un supuesto fuera de juego de Quirós. Amonestó a los locales Luis Castillo, Goma y Alberto Durán y a los xerecistas Quirós y Guerrero, a éste en los minutos 14 y 29 por lo que fue expulsado
Incidencias: Lleno en el Fernández Marchán. Grada totalmente cubierta de público y muchos espectadores de pie detrás de las porterías. Se guardó un minuto de silencio por el repentino fallecimiento de Juan Miguel Romero Rubio, el popular Matarratas, utillero que fue del Xerez Club Deportivo fallecido en la madrugada del domingo. Ambiente deportivo y perfecta organización por parte del Guadalcacín.  

 
 El Guadalcacín toma aire en un encuentro en el que supo jugar sus bazas ante un Xerez Club Deportivo que, tras un buen comienzo, acusó la expulsión de Guerrero, dejó mucha libertad de maniobra en el centro del campo y en tres minutos vio como se le iba el partido tras los tantos conseguidos por Marín, en un pase perfecto de Borja Jiménez que hizo unos primeros cuarenta y cinco minutos sobresaliente, y Canty, al que se le dejó maniobrar en el interior del área para que batiese a Zamora. Tras este resultado, el Xerez CD se queda solo un punto por encima del descenso que, después de esta jornada, marca el Atlético Espeleño con 39 puntos. Los de Alberto Vázquez se van tres puntos, ya que suman 42.
Una parada a mano cambiada de Brian Jaén y otro desvío fenomenal del portero a disparo de Isra desde la frontal del área pusieron en alerta al equipo local ante un Xerez que salió decidido a buscar la victoria por el camino corto, aunque las fuerzas poco a poco se fueron igualando y una tarjeta admonitoria a Guerrero en el minuto 14 fue el aviso de que las cosas podían cambiar de manera decisiva.en un encuentro que se estaba jugando con intensidad máxima y de poder a poder. Y es que quince minutos después de ver la primera cartulina amarilla, el central azulino, ayer de verde, vio la segunda. Dos tarjetas merecidas, que no admitían discusión, que provocó un cambio radical en el partido, sobre todo cuando, antes de esa decisiva tarjeta, Quirós hacía marcado en un rechace de Brian a un disparo de Juan Benítez. El línea de la zona de gradas levantó la bandera y la jugada quedó invalidada de una forma más que dudosa. Y es que si las dos tarjetas eran claras, el presunto fuera de juego de Quirós no lo fue tanto.
Tras la expulsión, Isra pasó a central junto a Ángel y el equipo xerecista perdió totalmente el control del centro del campo y Borja comenzó a hacer de las suyas por banda izquierda, hasta tal punto que un pase suyo fue materializado por Marín. Era el minuto 36 y tres más tarde Canty prácticamente mataba el partido con el segundo tanto local. Así las cosas los dios equipos se fueron a vestuarios.
De salida Juanma Aguilar puso más presencia en el mediocampo al relevar a Javi. El Xerez, a pesar de la inferioridad numérica, dio un paso hacia adelante, mientras que el Guadalcacín buscaba la contra que le hiciese sellar definitivamente la importante victoria.Brian se volvió a lucir en un disparo de Quirós, Goma replicó, Borja pudo hacer el tercero pero ya le fallaban las fuerzas y el Xerez que lo intentaba con más corazón que cabeza y, sobre todo, con escaso acierto en los metros finales. Juan Pedro sacó a Javi Falcón y a Albino para darle más profundidad y velocidad al ataque, pero el Guadalcacín supo guardar muy bien su casa y, de vez en cuando, asustaba con las galopadas de Borja y el trabajo extenuante de Canty.

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