Estaban dispuestos a seguir adelante, contra viento y marea, y la incertidumbre meteorológica no iba a ser contratiempo alguno para echarse a la calle, evitando, eso sí, las zonas más delicadas por su estado ruinoso, pero al final cuestiones de seguridad obligaron ayer a la Asociación de Vecinos Centro Histórico a suspender la manifestación convocada por razones ajenas a la organización. En concreto, según explica el presidente del colectivo vecinal, Alejandro González, la junta directiva acordó esta medida después de que la Policía Local les informara del derrumbe de la parte trasera de la nave que albergaba el antiguo concesionario de vehículos de ocasión de Peugeot, en la Ronda Muleros.
Debido a este suceso, que afortunadamente quedó en un susto, pues el local lleva tiempo sin actividad y no se registraron daños personales, desde el 092 no les garantizaban que tuvieran efectivos para dar cobertura a los vecinos durante la marcha por el casco antiguo durante casi hora y media, a la hora de cortar el tráfico y preservar la seguridad, pues había una buena parte de agentes desplegados en esta zona, donde hubo retenciones importantes al cortarse el tráfico durante un par de horas.
Hasta la zona se desplazaron también efectivos del Cuerpo de Bomberos. Ante esta circunstancia y al no tener todas las garantías, el colectivo tomó esta determinación, aunque siguió adelante con la concentración inicial prevista en la Plaza Belén, el punto de partida de esta movilización para denunciar el declive del centro histórico y su patrimonio y exigir urgentemente un plan de repoblación de la zona. Más de medio centenar de personas, entre vecinos, representantes de colectivos y algunos partidos políticos se dejaron ver en este ‘nuevo’ espacio, el punto elegido para la que iba a ser la tercera marcha ciudadana para denunciar el estado ruinoso de este entorno. La intención de la asociación es esperar a la primavera, aunque no descartan adelantar esta fecha, para volver a convocar esta “justa reivindicación”, cuyo sentido entienden que “está más vivo que nunca”.
