Ramírez cree que “deberían explicar estos políticos por qué han elegido el colegio Santa Teresa para inaugurar el curso, y no, por ejemplo, el San Bernardo, el Virgen del Mar o el Puerta del Mar, entre otros, cuestión que nos traían el viernes algunos profesores y algún que otro director, denunciando con ello las preferencias de estos políticos por algunos centros, y el olvido en que tienen a los suyos”, añadió.
A juicio del popular, “se jactan de tener un colegio ejemplar, el colegio Santa Teresa, y llevan razón, pero no por causa de sus obras y construcciones, sino por la excelencia y dedicación de su profesorado y demás personal de servicios”.
Con estas palabras “quiere exculpar a los presentes en la mesa de la presidencia. Pues bien, el fracaso de nuestros alumnos no está en el profesorado, ni en sus padres, ni en los propios alumnos. Su fracaso y desgracia está en tener que sufrir un sistema socialista de enseñanza, siguiendo una Ley Orgánica (LOE) obsoleta, ineficaz y contradictoria, la ley de ZP, que lleva a la comunidad escolar a rastras, cargándola de problemas y de responsabilidades que a ella no le corresponden”.
Para Ramírez, “la causa del fracaso es el menosprecio y la bajísima estima en que la Junta tiene al profesorado, más pendiente de llevar un control exhaustivo de sus actos administrativos que de sus verdaderos actos docentes, y ello para poder echarles las culpas de todo lo que ocurre”. Además, “hay que añadir la alta ratio de alumnos que tiene que atender cada profesor, y eso va en contra de la calidad de la enseñanza, o la política de premios que divide al equipo docente, al entregarles a unos sí y a otros no, altas primas en euros, según criterios de dudosa objetividad”.
Políticos doctos
También destacó “la política de todos los derechos y ningún deber para el alumno, quitando por sistema la razón siempre al profesor, o la filosofía que desprecia el esfuerzo personal, que debe exigírsele a los alumnos, y que castra el deseo natural de superación que llevamos dentro cada ser humano, y que nos realiza como personas.”
“Algunos políticos, doctos en la materia, creen que con unos ladrillos de más y un ordenador se solucionan los problemas humanos y de aprendizaje que hay tras cada alumno”, pero “ignoran sus insatisfacciones por tantísimo suspenso, que se vuelven frustraciones”. Asimismo “ignoran que la frustración se transforma en desgana escolar y ésta les lleva a abandonar la escuela en los años de la ESO. Quizás porque, con este gobierno de ZP, sólo ven un horizonte de fracaso y de paro, y tiran pronto la toalla”, concluyó.