Jerez

“Lo normal es que se nombre para Jerez a un obispo joven”

Mantaras apuesta por un prelado que se estrene en la Diócesis y que tenga tiempo por delante para trabajar

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El administrador diocesano de Asidonia-Jerez, Federico Mantaras, entiende que “lo normal” es que el futuro pastor responda a un perfil similar al que ofrecían en su momento tanto Juan del Río como José Mazuelos, esto es, sacerdotes que fueron ordenados obispos en Jerez y con una edad relativamente joven como para ponerse al frente de una Diócesis con apenas cuarenta años de historia.

“Lo normal es que venga un obispo joven, aunque sea un sacerdote con experiencia, pero que pueda desarrollar su pontificado durante varios años, que tenga tiempo para trabajar y pueda sacar adelante los proyectos que inicie”, explicó este martes en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez.

Mantaras está al frente de la Diócesis de manera interina y a la espera del nombramiento del sucesor de José Mazuelos. La figura del administrador diocesano es nueva en Asidonia-Jerez, estrenándose además un jerezano como cabeza visible de la Iglesia local. “El administrador diocesano es una especie de obispo en funciones, que durante este tiempo de transición administra la Diócesis, pero sin innovar, sin tomar decisiones que puedan hipotecar de alguna manera su futuro”, resumió.

Lo ideal es que su labor no se prolongue en el tiempo, pero ya advierte de que el proceso de elección del nuevo obispo se va a demorar varios meses. “El obispo de Córdoba estuvo recientemente en Jerez y nos comentó que debíamos hacernos a la idea de que podíamos estar un año esperando”.

El futuro prelado encontrará una Diócesis “viva”, en buen estado y “con dinamismo”, que puede presumir además de contar con más de veinte seminaristas.

Mientras tanto, Federico Mantaras deberá lidiar con un escenario complejo y marcado por la pandemia, un marco que llena “de incertidumbre” al conjunto de la sociedad pero al que es necesario sobreponerse “para que el mundo no se pare”.

En este sentido asume que salvo sorpresa le tocará organizar conjuntamente con el Consejo local de la Unión de Hermandades la celebración de la próxima Semana Santa.

“No podemos hacer futuribles porque nos podemos equivocar. Todavía es pronto y puede ocurrir cualquier cosa. Vamos a ver qué proyecto se presenta. A lo mejor hay que hacer una Semana Santa distinta a la habitual”, concluyó. 

 

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