Habrá que empezar a actuar en algún momento si de verdad queremos una ciudad que sea capaz de conectar con el turista
Una buena noticia de la semana pasada fue la presentación del Plan Turístico para Grandes Ciudades de Jerez. Una importante cantidad de dinero para ponerlo en marcha y un amplio abanico de intenciones para que efectivamente de el resultado pretendido en aras de potenciar un área decisivo en la economía de la ciudad, sobre todo cuando el sector turístico está sufriendo considerablemente las consecuencias de esta pandemia que seguimos sufriendo desde que dio la cara a comienzos de año. Entiendo que para potenciar turísticamente a una ciudad lo importante es que su cara presente el mejor aspecto. Y el rostro de Jerez, del Jerez de siempre, del Jerez eterno, es sensiblemente mejorable. Sé que se trata de empresas privadas o de personas particulares pero un centro de la ciudad con edificios emblemáticos cerrados no es la mejor carta de presentación. Por ello, desde la iniciativa municipal estaría bien que se abriesen ronda de conversaciones con los responsables de antiguas sucursales de Caja Jerez, Caja San Fernando, Cajasol y últimamente La Caixa para darle soluciones. Habría que hablar con el todopedoroso Amancio Ortega para ver qué ocurre con el edificio de Zara en la Rotonda de los Casinos, igual que ese edificio de la antigua Caja Rural en calle Larga cerrado a cal y canto u otros que dependen ya de la banca privada o de solares como el del Luz Lealas o qué va a ocurrir con el Cine Jerezano, cerrado ya demasiados años en plena plaza San Andrés. O los locales cerrados en calle Honda, entre ellos uno que fue ocupado por Inditex, sin abundar más en el lavado importante de cara de barrios como San Mateo, San Miguel o Santiago que deben formar parte obligatoria del circuito urbano de todo aquel que quiera no solo visitar sino conocer Jerez. Me consta que es no un asunto baladí y que no se puede solventar de hoy para mañana pero habrá que empezar en algún momento si de verdad queremos una ciudad que sea capaz de conectar con el turista y que este, en el boca a boca definitivo, venda la ciudad cuando salga de ella.Es un primer paso por esa apuesta por Jerez que se quiere hacer, aunque obviamente son muchos los que habrá que seguir dando.