Cámara Baja

Póntelo, pónselo

Sol Cruz-Guzmán, arquitecta y diputada nacional del PP por Sevilla, nos habla de los cambios de posición del Gobierno, como con las mascarillas

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  • Personas con mascarillas. -

Hace más de 30 años del lanzamiento de una de las campañas publicitarias de mayor impacto en nuestro país. El spot de Contrapunto llegaba con el sida desbocado, y una sociedad en la que las críticas fueron más que sonadas, y eso que el gobierno grabó el anuncio en Inglaterra con actores extranjeros. En 2019 las enfermedades de transmisión sexual subieron un 26%, especialmente entre los adolescentes. Una cifra realmente alarmante que debería plantearnos si la educación sexual de los jóvenes está siendo la adecuada. Junto con la necesaria información, es necesario también educar en la responsabilidad y el respeto a uno mismo y a su pareja, como herramientas imprescindibles para el freno de este inquietante ascenso. El histórico slogan vuelve a resonar en mi cabeza a causa de los cambios de criterios sobre la necesidad o no, del uso de mascarillas en exteriores. Hace una semana que votábamos sobre el asunto en cuestión en el hemiciclo, y pocos días después Sánchez anulaba esta decisión a golpe de decretazo. Este cambio repentino de posición, sólo se explica ante la necesidad de sacar un nuevo tema de conversación a debate para evitarla controversia producida en la opinión publica, tras impedir la presidenta de la Cámara la rectificación del voto a un compañero.

Hemos comprobado la débil posición del gobierno en este asalto al resultado de una de las votaciones más importantes de la legislatura. Su falta de apoyos lleva a los partidos del gobierno a eliminar cualquier tipo de debate, y por tanto imposibilita a los grupos alcanzar acuerdos. No contento con ser el presidente que más ha utilizado esta fórmula del decreto, los confunde ahora mezclando asuntos de diferente índole para colar goles, no al resto de los grupos, sino a la propia Cámara Baja. Debatimos el tema de las mascarillas en el exterior con la revalorización de las pensiones o la transposición de la directiva europea de los derechos de autor en el ámbito digital- con la importancia que tiene para nuestro creadores- con los bonos garantizados. Una forma de actuar que nos sonroja y nos produce un gran desasosiego a todos los que nos sentimos honrados con el trabajo legislativo en el Congreso de los Diputados.

Lo cierto es que todas estas artimañas no hacen más que ahondar en la grave crisis institucional que está viviendo el país. Al desdén de la Cámara Baja le precedió el cambio de sillón de la ministra de Justicia por el del fiscal general, cuya última actuación ante la denuncia promovida en plena campaña electoral de Castilla y León, “JIT”- justin time -como diría el intérprete protagonista del póntelo, pónselo, vuelve a poner en tela de juicio la imparcialidad exigida en el cargo. Y es que esta crisis en las instituciones se agranda con la falta de rigor y transparencia en el reparto de los fondos europeos, con las sabidas diferencias en los territorios beneficiarios, que ha hecho a los alcaldes plantarse en Bruselas para alertar de cómo se están gestionando los Next Generation. Y se amplifica con el uso partidista del CIS de Tezanos y se extiende hasta el BOE, como herramienta electoral, con la publicación del PERTE para el damnificado sector primario, que ve insólita la cifra anunciada para rescatar a un sector que tiene que sacar sus tractores del campo a las carreteras para pedir auxilio. ¿Que objetivos pretende conseguir el “micro PERTE” de 1000 millones sí sólo en Andalucía se han invertido en esta legislatura más de 1.500 millones en políticas de agua y más de 1.000 millones al sector agrario destinado a los  jóvenes agricultores, a la modernización de explotaciones  o el apoyo a la ganadería extensiva   con la inclusión por primera vez del toro bravo?

En el spot de Contrapunto,el  director sacaba un preservativo de una mochila preguntando a los adolescentes por su propietario. Tras un silencio sepulcral, un alumno se levanta y tras él, el resto de la clase. Déjenme que piense que también  es posible que uno a uno, los españoles nos levantemos para pedir el respeto que se merecen nuestras instituciones, sobre las que se ha soportado nuestro estado democrático durante más de 40 años, y que deberían seguir haciéndolo  con firmeza, el futuro de España.

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