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Prohibir la abaya, nueva brecha entre el Gobierno francés y la comunidad musulmana

Tras la prohibición del velo islámico en 2004, la de la abaya ha aumentado la tensión social y religiosa en Francia

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  • Abaya. -

Tras la prohibición del velo islámico en 2004, la de la abaya ha aumentado la tensión social y religiosa en Francia, entre el Gobierno, que defiende su medida en favor del laicismo en la enseñanza pública, y parte de la comunidad musulmana, que denuncia discriminación.

"Cuando escuché la noticia me quedé conmocionada porque se trata de una medida más contra los musulmanes, cada vez nos dejan menos espacio", lamenta en declaraciones a EFE Maimouna, una estudiante universitaria musulmana de 21 años que milita a favor del uso de la abaya.

A ella la prohibición no le afecta por encontrarse en los estudios superiores, pero en su entorno sí conoce adolescentes que desean portarla.

"Nos pueden quitar la abaya, pero nunca nuestra identidad, lo que pensamos", agrega esta joven nacida en Francia, con raíces en Madagascar y las islas Comoras.

La medida, adoptada por el nuevo ministro de Educación, Gabriel Attal, se convirtió rápidamente en el tema de la "rentrée" (la vuelta a los colegios tras el verano) cuando se anunció el 28 de agosto.

Para el Ejecutivo, esta clase de vestido tradicional que cubre de la cabeza a los pies y oculta las formas de las mujeres es un símbolo de la fe musulmana y, por tanto, contrario al laicismo que debe imperar en las aulas públicas.

Pese a ello, el 5 de septiembre, primer día de clase, un total de 298 alumnas acudieron a la escuela vestidas con abaya. De ellas, la mayoría se adaptaron a la norma, pero 67 decidieron volverse a casa.

"La escuela debe permanecer neutra: yo no sé cuál es su religión, usted no sabe cuál es la mía", defendía el presidente, Emmanuel Macron, esta semana en una extensa entrevista con el popular youtuber Hugo Travers (Hugo Décrypte).

LA HUELLA DEL ASESINATO TERRORISTA DE SAMUEL PATY

Para el jefe de Estado, era necesario dar una norma clara a los profesores y directores de centros, que son los encargados por velar por el laicismo en las aulas.

"No podemos hacer como si no hubiéramos tenido el asesinato de Samuel Paty", sostuvo, en referencia al profesor que fue asesinado en octubre de 2020 en un acto de terrorismo islamista, tras haber dado una clase sobre libertad de expresión en la que mostró una caricatura de Charlie Hebdo sobre el profeta Mahoma.

La porción de la comunidad musulmana defensora de la prenda y parte de la oposición alegan que se trata de un signo cultural, no religioso, y cuestionan la legitimidad del Gobierno para coartar la libertad de vestimenta.

"Hacer República no es prohibir a los adolescentes elegir sus ropas", criticó el grupo izquierdista La Francia Insumisa, que considera la ley racista y sexista y ha convocado una manifestación para el 23 de septiembre.

En paralelo al debate político, la asociación Acción de los Derechos de los Musulmanes (ADM) llevó la medida ante el Consejo de Estado, máxima instancia judicial administrativa en Francia, alegando "estigmatiza" a las personas de credo musulmán (unos 5 millones en Francia) y "representa una amenaza a sus derechos fundamentales".

El 7 de septiembre el Consejo de Estado rechazó el recurso al considerar que la prohibición "no supone una amenaza grave y manifiestamente ilegal a una libertad fundamental" y "se inscribe en una lógica de afirmación religiosa".

Solo un día después de esa decisión, la primera semana escolar francesa se remató con un grave incidente.

Si bien el Gobierno había especificado que en esos días generalmente se había acatado la normativa, el viernes se supo que el padre de una alumna de un instituto de la ciudad de Clermont-Ferrand (centro) había pasado el jueves bajo custodia policial por supuestamente haber amenazado a los responsables del centro al no permitir la abaya de su hija.

Según los medios locales, el padre -denunciado por un delito de "intimidación"- habría amenazado telefónicamente a varias personas del instituto, entre ellas al director, al que dijo que decapitaría (como ocurrió con Samuel Paty en 2020).

Ese radicalismo no representa, sin embargo, a todos los musulmanes franceses, entre los que de hecho muchos no apoyan la abaya, como reconoce Maimouna a EFE.

"El laicismo no es prohibir la abaya, es aceptar todas las religiones como son. Somos franceses, pero parece que no tenemos los mismos derechos que el resto. Lo de la abaya, el velo, son excusas para dejarnos con menos espacio", razona esta estudiante, que no obstante ve poco probable una reversión de la medida.

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