Acento andaluz

Desaladoras contra la sequía

Un día abriremos el grifo y no saldrá agua. Será más pronto que tarde si sigue sin llover copiosamente. De hecho, el presidente de la Junta de Andalucía...

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  • Desaladoras. -

Un día abriremos el grifo y no saldrá agua. Será más pronto que tarde si sigue sin llover copiosamente. De hecho, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ya pone fecha para las malas noticias en el calendario: en verano, capitales como Sevilla, Málaga, Córdoba y otras comenzarán a sufrir restricciones severas. Con todo, es una realidad que ya sufren centenares de miles de andaluces en diferentes comarcas y municipios castigados especialmente por la sequía. Y es que la situación es crítica, con la mayoría de los pantanos por debajo del 20 % de su capacidad y algunos incluso con menos del 10%. Es decir, nos estamos bebiendo el agua del pleistoceno.


Ante este escenario apocalíptico, lo que demandamos de nuestros servidores públicos es que vayan de la mano y no que se tiren los trastos a la cabeza. Lo que necesitamos es precisamente lo que comunicó esta semana el Gobierno central a la Junta: que trabaja con Portugal para que haya un trasvase del país vecino a Huelva, desde la presa de Alqueva, con más recursos que la suma de todos los embalses andaluces. Lo plausible es que la vicepresidenta segunda y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ofrezca de inmediato todo el apoyo de su departamento a Moreno Bonilla en esta hercúlea tarea de combatir la falta de agua. Lo saludable es que el presidente andaluz anuncie un nuevo decreto de sequía con medidas concretas al tiempo que sus mensajes de concienciación a la ciudadanía.


Ahora bien, lo que sobra en estos momentos es reclamar y reclamar al adversario con el único objetivo de desgastarlo y desviar la atención de tus propias responsabilidades. Lo que no aporta nada es, según denuncia la oposición, anunciar restricciones a los vecinos mientras se reparten licencias para macrourbanizaciones turísticas y proliferan campos de golf que en Andalucía consumen el agua de un millón de andaluces. Es cierto que estas instalaciones atraen mucho turismo y generan riqueza, pero quizás es oportuno preguntarse si esa agua puede ser más útil para el campo andaluz que agoniza.


Son las luces y las sombras de la sequía que azota a Andalucía y que esperemos que no seque del todo los pantanos y embalses al igual que está secando las ideas y las respuestas necesarias de los poderes públicos que no se deciden por las soluciones que ya existen y funcionan: de-sa-la-do-ras. ¿Ha habido alguna vez sequía en Canarias? No, nunca. En las islas no tienen pantanos, apenas llueve, pero tienen desaladoras.

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