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Andalucía Game

Análisis Metaphor: ReFantazio

Atlus tiene una habilidad casi mágica para sorprendernos una y otra vez

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  • Metaphor: ReFantazio.
  • Atlus no solo ha reinventado una fórmula que ya de por sí les ha funcionado de maravilla, sino que ha creado una experiencia inmersiva y rica
  • El Reino Unificado de Eucronia no es solo un escenario cualquiera; es una obra de arte en movimiento
  • El concepto del viaje es uno de los pilares fundamentales del juego

Atlus tiene una habilidad casi mágica para sorprendernos una y otra vez. Si pensabas que ya lo habías visto todo con sagas como Persona y Shin Megami Tensei, Metaphor: ReFantazio llega como una bocanada de aire fresco para demostrarnos que aún queda mucho por explorar en el vasto terreno de los JRPG. 

El estudio japonés Studio Zero se ha coronado en su nueva aventura tras su paso por Persona. Con un equipo y sello nuevos, pero con un alma gemela y una libertad creativa abrumadora, el resultado es evidente y casi palpable. Se trata de una auténtica bestialidad de juego que cumple con los más altos estándares de la industria.

Sin lugar a dudas, Metaphor: ReFantazio es un producto redondo y un canto de amor, no solo para los amantes de los RPG, sino también una bienvenida para los nuevos jugadores. Encontrarán una historia inmersiva, personajes cautivadores, un diseño artístico excepcional y una banda sonora épica.

Puedes seguir leyendo, pero te lo resumo todo en una idea: no puedes, no debes dejar pasar lo último de Atlus. Hazme caso y compra de inmediato Metaphor: ReFantazio, porque es el mejor consejo que encontrarás en esta modesta reseña.

En esta ocasión, Atlus no solo ha reinventado una fórmula que ya de por sí les ha funcionado de maravilla, sino que ha creado una experiencia tan inmersiva y rica en detalles que te atrapará desde el primer momento, y lo que es mejor: no te soltará hasta mucho después de haber visto los créditos finales.

El primer gran impacto de Metaphor: ReFantazio es su ambientación. A diferencia de los escenarios urbanos modernos que hemos visto en Persona, aquí nos encontramos ante un mundo completamente nuevo, lleno de fantasía medieval, magia y aventura. El Reino Unificado de Eucronia no es solo un escenario cualquiera; es una obra de arte en movimiento. Cada rincón está meticulosamente diseñado, no solo para deslumbrar visualmente, sino para contar una historia. Las calles empedradas de las ciudades, los vastos paisajes abiertos, los castillos majestuosos que se alzan en el horizonte… todo en Eucronia respira vida propia, y no puedes evitar sentir que formas parte de este universo. Aquí, cada ciudad tiene su propio sabor, su propio ambiente, y la historia se siente diferente en cada lugar que visitas.

Metaphor: ReFantazio.

A medida que exploras, te das cuenta de que Eucronia no es un simple telón de fondo. Es un mundo que reacciona a tus acciones, donde cada conversación con un ciudadano, cada decisión que tomas, puede tener consecuencias tangibles. No es solo un juego de seguir una ruta predeterminada; Metaphor: ReFantazio te invita a perderte en sus rincones más oscuros, a aceptar misiones secundarias que te llevarán a descubrir mazmorras escondidas, a resolver problemas locales que parecen insignificantes pero que tienen un impacto profundo en la trama. Es un mundo que te recompensa por tu curiosidad, por atreverte a desviarte del camino principal y buscar lo inesperado. Y ese es uno de los grandes aciertos del juego: no te sientes obligado a seguir un guion estricto. Eucronia es un mundo que puedes moldear y explorar a tu propio ritmo.

El concepto del viaje es uno de los pilares fundamentales del juego. Aquí, a diferencia de muchos otros JRPGs que te limitan a una ciudad o una región durante largos períodos, Metaphor: ReFantazio te lanza a la carretera (metafóricamente hablando, claro) desde casi el principio. El surcador, esa nave con patas que te acompaña durante toda la aventura, no es solo un medio de transporte: es tu compañera fiel, y su uso es vital para moverte de un lugar a otro en Eucronia. Pero lo interesante es cómo se gestiona este viaje. No es simplemente viajar de un punto A a un punto B, sino que debes tener en cuenta las distancias, el tiempo que te llevará llegar a tu destino y cómo optimizar tu ruta para cumplir con los plazos de las misiones. Este tipo de decisiones logísticas añaden una capa de estrategia muy atractiva al juego, y te hace sentir como si realmente estuvieras en un viaje épico, donde cada día cuenta.

Y si hablamos de mecánicas que elevan la experiencia, no podemos pasar por alto el sistema de Arquetipos. Este sistema es una de las joyas de Metaphor: ReFantazio. Si en otros RPGs puedes cambiar de clase sobre la marcha o acumular invocaciones para tener un abanico de opciones en combate, aquí el enfoque es completamente distinto. Cada personaje tiene un Arquetipo que define su rol en la batalla, y no puedes cambiarlo de manera arbitraria. Esto significa que cada decisión que tomas a la hora de formar tu equipo tiene un peso mucho mayor. Con más de 40 Arquetipos diferentes, desde sanadores hasta francotiradores, las posibilidades de personalización son inmensas. ¿Prefieres un equipo equilibrado que cubra todas las bases o un grupo especializado que explote las debilidades del enemigo? Esa es la gran pregunta, y la respuesta dependerá de tu estilo de juego.

Lo fascinante del sistema de Arquetipos es cómo los enemigos reaccionan a tus elecciones. No se trata solo de atacar y defender, sino de anticipar las reacciones de tus adversarios. ¿Te enfrentas a un grupo de goblins? Si llevas a un mago, prepárate para que estos bichos te ataquen con más fuerza. ¿Tu equipo está formado por personajes más débiles en términos de defensa? Los enemigos cambiarán su estrategia para aprovechar esa debilidad. Este dinamismo en los combates hace que cada enfrentamiento se sienta fresco y diferente, y te obliga a estar siempre alerta, pensando en la mejor manera de abordar cada situación.

Además, el sistema de turnos, aunque familiar para los veteranos de Atlus, tiene su propia vuelta de tuerca. En Metaphor: ReFantazio, explotar las debilidades del enemigo no solo te otorga acciones adicionales, sino que los cristales de acción se rompen y se dividen, limitando la cantidad de movimientos extra que puedes hacer. Esta mecánica obliga a los jugadores a pensar cuidadosamente en cada movimiento, ya que fallar un ataque puede ser desastroso. No es un juego que te permita relajarte en ningún momento, y eso lo convierte en una experiencia emocionante y llena de tensión.

Otro de los aspectos que merece ser destacado es la relación entre los personajes. Atlus siempre ha sido conocido por sus sistemas de socialización, pero en Metaphor: ReFantazio han llevado esta mecánica un paso más allá. Ya no tienes que preocuparte por fallar un diálogo y perder puntos de amistad; aquí, la mejora de tus confidentes está más ligada al progreso natural de la historia y a tu propio desarrollo personal. Es un enfoque mucho más fluido y natural, y permite que las relaciones se sientan más auténticas. A medida que avanzas en la trama, ves cómo tus lazos con los personajes crecen de manera orgánica, y esto tiene un impacto directo en el combate y en la forma en que tu equipo se desempeña.

Metaphor: ReFantazio.

La dificultad del juego también es un aspecto que no podemos pasar por alto. Atlus es conocido por no andar con rodeos cuando se trata de poner a prueba a los jugadores, y Metaphor: ReFantazio no es la excepción. En dificultad normal, el juego ya presenta un reto considerable. Los enemigos son implacables, y si te confías, pagarás el precio. Pero lo mejor de todo es que la dificultad no se siente injusta. Cada derrota es una lección, una oportunidad para aprender y ajustar tu estrategia. Y cuando finalmente logras superar esos momentos difíciles, la sensación de satisfacción es inmensa. Es un juego que te hace sentir que cada victoria ha sido ganada con esfuerzo, y eso lo convierte en una experiencia gratificante.

En cuanto al apartado audiovisual, solo podemos aplaudir el trabajo de Shigenori Soejima y Shoji Meguro. Estos dos titanes del diseño artístico y la música han vuelto a dejar su huella en Metaphor: ReFantazio, creando un universo visualmente impresionante y una banda sonora que te envuelve desde el primer compás. Cada escenario, cada personaje, cada detalle está diseñado con un nivel de cuidado y amor que es imposible no apreciar. Y la música… simplemente, es de otro nivel. Las melodías te acompañan en cada momento de la aventura, desde los combates más intensos hasta los momentos más tranquilos de exploración. Es un viaje auditivo tan inmersivo como el propio juego.

Metaphor: ReFantazio.

La historia, sin duda, es uno de los grandes atractivos de Metaphor: ReFantazio. Aunque el prólogo puede parecer largo (12 horas para introducirte en el mundo y sus personajes), es el tipo de narrativa que te recompensa por tu paciencia. A medida que avanzas, la trama se despliega de manera majestuosa, con giros y sorpresas que te mantienen enganchado. Atlus no tiene miedo de explorar temas complejos, de llevar a sus personajes por caminos oscuros y llenos de dilemas morales. Es una historia que te hace reflexionar, que te plantea preguntas, y que te deja pensando mucho después de que el juego haya terminado.

En definitiva, Metaphor: ReFantazio no es solo un JRPG más. Es una declaración de intenciones por parte de Atlus: un recordatorio de que el género aún tiene mucho que ofrecer, y de que las historias de fantasía y aventura pueden seguir emocionándonos y sorprendiéndonos. Con su vasto mundo, su sistema de combate estratégico, su profundidad narrativa y su increíble apartado visual, este juego se coloca fácilmente entre los mejores títulos de la última década. Si alguna vez has querido embarcarte en una aventura épica que te haga sentir, pensar y soñar, Metaphor: ReFantazio es el juego que estabas esperando.

Metaphor: ReFantazio.

 

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