El náutico del Zaporito depende ahora de la EPPA tras ocho años de trámites

La Empresa Pública de Puertos de Andalucía (EPPA) es la que tiene a partir de ahora la llave para desbloquear la futura construcción del Náutico del Zaporito, que deberá de gestionar la Sociedad Deportiva de Pescadores La Corchuela si es que finalmente se convierte en una realidad más pronto que tarde.

La situación ha dado un giro radical en las últimas semanas, toda vez que Costas haya cedido la titularidad de dicho suelo al citado ente, que ahora es el que debe de valorar si es viable la realización o no de un náutico en los citados terrenos.

Y ese es el principal temor que tiene la directiva de La Corchuela, que la EPPA tome la decisión de que no se construya porque se tendrá que hacer una importante inversión para un puerto náutico que, quizás, no tenga la capacidad de amarres que los otros que se han ido poniendo en marcha en la ciudad. Es decir, una cuestión de rentabilidad o no.

Desde el 2003
Es por ello que la directiva de la sociedad deportiva de pesca está a la espera de que se configure el nuevo organigrama municipal, y en especial la Delegación de Urbanismo para que medie e intente arrojar luz sobre un proyecto que lleva de un despacho para otro desde el año 2003.

Además, el Náutico del Zaporito es el único que queda por iniciarse dentro de ese proyecto de abrir San Fernando al mar, tras el de Gallineras (pendiente de su ampliación), Puente de Hierro y La Casería, aunque este último está a falta de los últimos retoques que harán que su apertura no sea una realidad hasta primeros del próximo año.

El primer paso con las citadas instalaciones náuticas se dio en el 2003, concretamente en el mes de octubre, cuando se convocó el concurso de ideas para el proyecto, dándose a conocer el ganador en el mes de enero del año siguiente. Ese mismo año se adjudica su redacción y se empieza desde el Ayuntamiento a solicitar la concesión de los terrenos a la Demarcación de Costas.

Desde el año 2005 el trasiego de papeles de un lado a otro es constante hasta que en el 2008 Costas emite un informe desfavorable y pone sobre la mesa la necesidad de replantear el proyecto. Ya en junio de 2010 la situación sigue estancada y, es más, se recibió en el mes de junio en el Ayuntamiento un informe de la Dirección General de Costas denegando la autorización para el uso del suelo.

En febrero de 2011 desde dicha Demarcación se atisba algo de luz al informarse que el proyecto está siendo estudiado en Madrid. Sin embargo, el pasado 1 de abril se produce el traspaso de las competencias sobre el litoral del Estado a la Junta de Andalucía, quien a su vez ha puesto ahora el proyecto sobre la mesa de la EPPA. En definitiva, que casi es una vuelta al principio.