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Este hospital de Jerez, dejado de la mano de Dios, no deja de darnos sorpresas, la última con las operaciones. Te llaman a casa a las ocho de la mañana para comunicarte que te operas a las once.
Ya se sabe que no nos separamos del teléfono, esperando a que nos llamen para quitarnos la hernia abdominal. No hay vida para quien se apuntó en la lista quirúrgica, pasen los meses que pasen. Se entra en un impás y nos quedamos en una especie de limbo atentos siempre a que en cualquier momento se nos comunique la intervención. Si te llaman para practicarte una cirugía el mismo día es para que no le des vueltas la noche de antes no por falta de planificación. Se van haciendo las cosas a lo que dé la plancha. Este artículo va a estar lleno de ironía.
Eso antes del verano porque en esta estación nos curamos milagrosamente y nos vamos a la playa. La Junta de Andalucía lo sabe y por eso cierra los centros de salud por la tarde, en Jerez, sólo tres quedarán abiertos para cubrir las urgencias. Así no faltamos a las citas médicas, el Servicio Andaluz de Salud recuerda de forma constante las cifras de los que no nos presentamos, es el único dato que se nos muestra. Los ciento cincuenta días mínimo que tardan en vernos por primera vez en una consulta de especialista no consideran relevante comunicárnoslo. Lo hacen por nuestro bien para no angustiarnos, están en todo. Si tenemos cita para ser atendidos por el médico de familia en tres semanas a qué impacientarse y acudir a urgencias. Somos de lo que no hay, por eso las cosas funcionan tan mal en sanidad, la culpa la tiene el usuario. A otro perro con ese hueso, no es raro que saturemos las urgencias.
No se debe parir en julio y agosto, o hacerlo con dolor, parece una sentencia bíblica. Los anestesistas sevillanos han comunicado en una carta que como reducen el personal no habrá quien suministre la epidural a las parturientas. A quién se le ocurre no planificarse para dar a luz en septiembre, en verano el personal se va de vacaciones y no se contrata a nadie para sustituirlo. Un empujoncito más para que se acuda a una clínica privada. Si estás en una especie de piscina de Betzatá, esperando que baje el ángel para curarte, ten el bolso preparado, hoy puede ser el día de tu cirugía.