Una empresa abrirá en breve una de las tres únicas plantas de reciclaje de aparatos eléctricos en Antequera, confirmó el promotor Rainer Bathke, quien aseguró que la inversión rondará los 700.000 euros y en la que empleará a una veintena de pesonas, en su mayoría exreclusos.
"Ha sido como una bendición de Dios", aseguró Antonio Elverfeldt , responsable de la Casa de Acogida para reclusos y exreclusos 'Juan Gil', que llevaba tiempo esperando para encontrar empresarios que quisieran dar una segunda oportunidad a los usuario de la casa, gestionada por la ONG 'Prolibertas'.
Bathke siempre mostró una especial sensibilización por las personas en riesgo de exclusión social, y no dudó un instante en estudiar las posibilidades para alcanzar algún acuerdo de colaboración entre su futura empresa y la ONG. La planta, que se denominará 'Use it again' -utilícelo de nuevo, traducido del inglés-, cerró un convenio con Prolibertas Por una parte, la empresa de Bathke se compromete, en primer lugar a formar en materia de recogida, almacenaje y tratamiento de RAEE a usuarios de la casa de acogida. De ellos, un grupo será contratado para trabajar en la planta. "Serían dos tercios del total de trabajadores que se necesitarían para empezar a funcionar", apunta a Viva, este empresario alemán, convencido de que sí todo funciona como espera, su empresa podría crear hasta medio centenar de nuevos puestos de trabajo entre exreclusos y el resto de empleados.
"A nosotros nos viene de maravilla. Somos lo último de lo último", asegura el padre Antonio, consciente de las dificultades que siempre van a tener exreclusos para tener acceso a una oportunidad laboral.
Por su parte, la ONG se compromete, además de proponer a las personas que serían formadas y contratadas, a ceder un lugar donde comenzar a trabajar. Pero tras comprobar que era insuficiente, decidieron poner a Bathke en contacto con un empresario local para que les pudiera alquilar un espacio en el Polígono Industrial. Además, 'Prolibertas' también se ha querido implicar en el apoyo logístico para la recogida de electrodomésticos y demás aparatos. "Nosotros ayudamos con nuestra furgoneta y con nuestra gente, de forma voluntaria", comenta el padre Antonio.
Bathke tiene muy claro por qué quiere ayudar a este colectivo: "No hay puestos de trabajos para ellos. Yo quiero darle una oportunidad porque no todos los reclusos son malos".
Segunda oportunidad para que estas personas puedan reinsertarse en la sociedad totalmente, incluyendo el aprendizaje de unos conocimientos que les abra nuevas oportunidades laborales, y que prácticamente tiene su analogía con la actividad empresarial en la que van a trabajar, afirman desde la ONG que tiene sede en la iglesia de la Trinidad de la ciudad del Torcal.