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Martinelli gana y mantiene la tradicional alternancia

El triunfo de la oposición en las elecciones presidenciales de Panamá representa un voto de castigo o solo un reflejo de la alternancia política por la que ha optado tradicionalmente el país, según explicaron analistas y representantes de los partidos contendientes.

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  • El ganador de los comicios panameños, Ricardo Martinelli, de Cambio Democrático. -
El triunfo de la oposición en las elecciones presidenciales de Panamá representa un voto de castigo o solo un reflejo de la alternancia política por la que ha optado tradicionalmente el país, según explicaron analistas y representantes de los partidos contendientes. 

El Tribunal Electoral anunció ya la victoria “irreversible” del candidato a la presidencia del partido Cambio Democrático, Ricardo Martinelli, que proponía “un verdadero cambio”. 

El gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) se apresuró a declarar, tras reconocer la derrota de su candidata, Balbina Herrera, que el cambio ha sido una opción electoral con la que contaban. 

Hugo Torrijos, uno de los directores de campaña de Herrera y dirigente del PRD, declaró que “en todas las campañas hay aciertos y desaciertos”, pero, “independientemente de los resultados, y los deseos de cambio que cada cinco años expresan los panameños, la derrota del PRD no representa un rechazo a la gestión del Gobierno ni a la figura de Herrera”. 

“El panameño ha optado por la alternancia política, una alternativa que, además, es muy conveniente para la democracia y para todos”, añadió. 

Sí reconoció que el partido está preparado para identificar “las cosas que no hicimos bien, y haremos correctivos, pero creo que la causa de la derrota no radica en la elección de nuestra candidata”, subrayó a la prensa. 

Torrijos advirtió que el PRD se convertirá en una “oposición constructiva y vigilante”. 

Martinelli “ha hecho muchas promesas y ha asegurado que de ganar seguiría preocupado por los problemas del pueblo; vamos a ver si es verdad”, agregó. El dirigente político recalcó que, “en el PRD no hay división” y aseguró que las diferencias identificadas durante las elecciones primarias del partido, en las que se eligió a Herrera, “están superadas”. 

Balbina Herrera se enfrentó a Nito Cortizo, ex ministro de Agricultura, y al alcalde de Panamá y, posteriormente, su compañero de fórmula presidencial, Juan Carlos Navarro, quien alertó al PRD del peligro de destapar el “oscuro pasado” de la candidata. 

El presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Democracia, Roberto Eisenman, identificó la derrota del PRD con la “victoria histórica” de la memoria colectiva. 

“Este ha sido un rechazo a una vuelta al pasado”, declaró a Efe Eisenman, satisfecho porque “Panamá tiene mejor memoria de lo que pensábamos”. 

De Martinelli, al que calificó como “un hombre de empresa”, dijo que no cree que sea ni de izquierda ni de derecha, pero que es entendible que se identifique con esta última tendencia política por su perfil profesional. 

“Ese podría ser un error entendible, pero creo que Martinellí no es un hombre ideológico”, precisó Eisenman, fundador del periódico La Prensa, de esta capital, y ex director de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). 

Su peor temor, confesó, es que, acostumbrado a mandar, gestione su gobierno con autoritarismo. 

En un potencial reparto de poder, reconoció, lo ideal sería que el PRD, a pesar de la derrota abrumadora en las elecciones presidenciales, mantuviera una representación en la Asamblea que garantizara un balance. 

El PRD, añadió, “debe recomponerse y aprender como lección que el pueblo panameño no quiere volver al pasado militarista ni a nada que se le parezca”.

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