El Puerto

Finaliza el plazo para adquirir la nacionalidad

A pesar de las cientos de noticias sobre españoles que emigran a otros países con la intención de labrarse un presente que los saque de la mediocridad en la que muchos viven, aún hoy por hoy, muchos extranjeros desean ser nacionalizados españoles.

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A pesar de las cientos de noticias sobre españoles que emigran a otros países con la intención de labrarse un presente que los saque de la mediocridad en la que muchos viven, aún hoy por hoy, muchos extranjeros desean ser nacionalizados españoles.

Esta semana terminaba el plazo para la obtención de la nacionalidad española de todos aquellos extranjeros que residen en España y que buscan regularizar su situación.

Tienen derecho a la nacionalidad principalmente los hijos de españoles aunque residan fuera de España, los nacidos en territorio nacional de padres extranjeros, el menor de edad de otro país adoptado por españoles, y todo aquel que haya vivido un mínimo de diez años de manera legal y continuada en territorio español.

El Ministerio de Justicia es el encargado de gestionar estos trámites de los que miles de forasteros se benefician cada año. Los requisitos mínimos para poder recibir tal esperado papel que certifique que personas que lo deseen,  puedan ser tratados como españoles son desglosados según la situación personal de cada individuo, pues se trata de un procedimiento que tiene sus peculiaridades según la situación de cada caso.

Lo que viene trayendo cola  es el nivel de la entrevista para determinar el grado de integración de los solicitantes de la nacionalidad. Un test que contiene preguntas de toda índole, algunas incluso difíciles de responder por los propios españoles nacidos y criados entre las fronteras de este país. Se trata de responder a asuntos relacionados con la actual Constitución o cómo se gestiona el Parlamento y el Senado. También encontramos muchas otras sobre la función del jefe del Estado, el Rey Felipe VI, y cómo este representa y gestiona otros apartados del funcionamiento del país.

Al final todo esto no hace más que recordar la precariedad en la que la educación española se mueve, y cómo muchos de los nacidos y criados en España no tiene el nivel que se le exige a una persona que viene de fuera para labrarse, también, un presente y futuro.

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