Huelva

Peritos destacan el episodio violento y brutal vivido en Almonte

Miembros de la Guardia Civil, que realizaron la inspección ocular llevada a cabo en la vivienda donde se produjo el doble crimen, han declarado hoy en Huelva

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  • Doble crimen -

Los peritos de la Guardia Civil que realizaron la inspección ocular llevada a cabo en la vivienda donde se produjo el crimen de Almonte en abril de 2013, han destacado que en su interior se vivió un episodio muy violento y brutal, sobre todo en el acceso al dormitorio principal.

Durante su declaración en la vista que por esta causa se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, estos dos agentes han asegurado que en la toma de muestras e indicios se siguió todo el protocolo establecido por la ley.

La inspección realizada por estos los agentes se extendió entre el 8 y el 11 de mayo, y durante la misma se recogieron indicios como las cerraduras de las dos puertas que permiten acceder a la vivienda que, exteriormente no presentaban signos de haber sido forzadas, y otros tanto en el interior de la misma como sábanas, colchas, muestras de sangre o de otras manchas que pudieran ser compatibles con restos biológicos y pelos.

Han destacado que en las distintas estancias de la casa no había un desorden que pudiera hacer pensar que el móvil hubiera sido el robo, y han remarcado que llamaba la atención la presencia masiva de sangre, seca y solidifica en el pasillo y en la habitación principal, tanto en el suelo como en las paredes.

Resulta evidente, a su juicio, de que hay indicios de que en ese punto se habría producido una pelea y que el episodio fue muy violento y brutal.

Sobre la habitación de la niña, donde apareció su cuerpo, han apuntado que los signos de lucha eran menor, algo lógico por la propia edad de la pequeña.

En este punto, se han referido a las manchas de sangre existentes en el colchón, que han definido como de depósito, es decir dejadas allí por haber estado tumbada la niña, y han precisado que "lo más probable cuando la menor estuvo tumbada en la cama estaba viva, ya que de haber estado muerta el sangrado se detiene al no haber pulso".

Por último, han indicado que de la inspección ocular "no hay un dato más significativo del resto que les llamara la atención", sí que se aprecia que "la mayor carga de violencia se sitúa a final del pasillo y entrada en la habitación principal y en el baño de esta".

Asimismo, han precisado que ello "hace pensar que la acción no responde a algo sobrevenido" y que "es probable que el autor conociera la distribución de la casa, porque la disposición de la misma es un poco compleja".

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