Estaba en la calle desde el mismo momento de la suspensión de las procesiones, prácticamente desde el primer minuto. La ciudad cofrade, comprometida con las hermandades de Sevilla, empezó a movilizarse para provocar una reacción en el seno de la jerarquía de la Iglesia, y obviamente del Consejo, para no dejar pasar el año 2020 sin la presencia de las cofradías en el calendario anual.
El Consejo ha recibido la idea, conoce esta intención e incluso ha comenzado a tener en cuenta esta posibilidad, si bien los pasos a dar ahora seguirán un curso lento toda vez ni el Arzobispo ni el Delegado para las Hermandades se plantean, hoy, decisión alguna en este sentido y ni siquiera han comenzado a estudiar esta opción de autorizar una procesión magna como acción de gracias. Hasta la fecha, alguna conversación completamente superficial es lo más destacado que ha sucedido en el Palacio Arzobispal que, consultado por esta redacción, ha confirmado que no hay nada planteado en este sentido y que aunque haya que darle muchas gracias a Dios y todo se hablará , a día de hoy no se ha planteado absolutamente nada.
Hay que recordar que en 2013, la Archidiócesis de Sevilla organizó un Via Crucis extraordinario con motivo del Año de la Fe, culto público finalmente frustrado por las inclemencias meteorológicas. Cabe señalar que este año 2020 ya están autorizadas en Sevilla las salidas extraordinarias de las hermandades del Gran Poder, La Lanzada, la Virgen de los Dolores del Cerro y la Virgen del Carmen.
Ahora todo hace indicar que desde el Consejo de Hermandades, toda vez que el conjunto de la Sevilla cofrade -y varios hermanos mayores- vería con muy buenos ojos una procesión extraordinaria general. se estudiará esta opción para que el Arzobispo determine la conveniencia o no de su aprobación final.
