La ciudad de Sevilla ha sido testigo de un hecho sin precedentes en más de cien años: el Santísimo Crucifijo de San Agustín recorrió sus calles sobre un paso procesional, en una salida extraordinaria organizada por la Hermandad de San Roque. Este evento marcó un capítulo único en la historia cofrade, combinando tradición, devoción y una música que ha sido perfectamente escogida ex profeso para la ocasión.
Bajo la dirección de José Ignacio Cansino, la Banda de la Cruz Roja de Sevilla interpretó un repertorio cuidadosamente seleccionado, compuesto por 25 marchas que evocaron tanto la historia del Crucifijo como el rico patrimonio musical de la Semana Santa andaluza y la hermandad de San Roque. La propuesta buscó alternar piezas ampliamente conocidas con otras que, por su significado histórico, realzaron la profundidad de esta procesión habiendo escogido a la perfección todas y cada una de las marchas en base a unos criterios historicistas.
El repertorio del Crucifijo de San Agustín
- Cristo de la Expiración (1921) – Compuesta por Germán Álvarez Beigbeder, esta marcha fue escrita en Marruecos y está dedicada al Cristo de la Expiración de Jerez, con quien el Santísimo Crucifijo de San Agustín comparte advocación. La inclusión de esta pieza destaca la conexión histórica entre ambas imágenes y su relevancia en la Semana Santa andaluza.
- Cristo de la Sangre (1941) – De Emilio Cebrián Ruiz, dedicada a la Hermandad de Torrijos en Toledo, representa el vínculo entre advocaciones similares, como el Cristo de la Sangre de Écija, imagen creada a semejanza del Crucifijo de San Agustín. Es un homenaje a la hermandad y al legado compartido.
- Cristo de los Toreros (1954) – Obra de José Faus Rodríguez, originalmente dedicada a una hermandad granadina de toreros que no llegó a reorganizarse. Esta marcha simboliza la riqueza musical de otras ciudades andaluzas y su conexión con Sevilla.
- Cristo de Vera Cruz (1941) – Esta marcha de Manuel Borrego Hernández recuerda la visita de los Franciscanos al Convento de San Agustín en la novena de rogativas de 1605, tras un milagro de lluvia. También se vincula con la tradición de la Vera Cruz en Alcalá del Río.
- Cristo en la Alcazaba (1980) – Compuesta por Fulgencio Morón Ródenas como agradecimiento por la cesión del paso de la Cofradía, esta marcha captura la inspiración del autor en la procesión del Crucifijo por las calles de Sevilla, particularmente por la calle Romero Murube.
- Ecce Homo (1929) – Eduardo Escobar de Rivas dedicó esta pieza a la Semana Santa gaditana, reflejando el legado musical compartido por las comunidades agustinas de Cádiz y Sevilla.
- El Amor Crucificado (2017) – David Hurtado Torres incluye en esta obra elementos de su primera marcha procesional de 1993, "Al Cristo del Amor," como un homenaje al vínculo histórico entre el Crucifijo y el paso del Cristo del Amor, utilizado en 1804.
- El Mayor Dolor (2023) – Daniel Albarrán Acosta compuso esta marcha para la Hermandad de la Carretería, que compartió momentos de peregrinación ante el Santo Cristo.
- El Refugio de María (1921) – Compuesta por Manuel López Farfán, esta marcha evoca la solemnidad de los repertorios históricos de la Virgen de Gracia y Esperanza, donde estuvo presente.
- Gracia y Esperanza (1975) – José Albero Francés dedicó esta marcha a la titular mariana de San Roque, destacando su relación con la hermandad y su papel central en este repertorio conmemorativo.
- Hiniesta (1945) – De José Martínez Peralto, la marcha subraya el patrocinio compartido entre la Virgen de la Hiniesta y el Santísimo Crucifijo durante la epidemia de peste de 1649, uniendo fe y gratitud.
- Jesús de las Penas (1943) – Antonio Pantión Pérez compuso esta pieza originalmente para acompañar proyecciones del No-Do, pero su vinculación con la hermandad se remonta a la cesión del paso al Santísimo Crucifijo en los años veinte.
- La Grave (anterior a 1908) – Francisco Soler Ridaura escribió esta pieza, presente en repertorios históricos de San Roque desde principios del siglo XX, como símbolo de continuidad en la tradición musical sevillana.
- La Semana Mayor (1935) – Esta obra de Manuel López Farfán es la única dedicada a todas las hermandades sevillanas, estrenada durante la estación de penitencia de San Roque.
- Lágrimas de Amargura (2013) – Cristóbal López Gándara combina el estilo decimonónico con influencias de zarzuela para honrar a la Virgen de la Amargura, compartiendo advocación con el Crucifijo.
- Marcha Fúnebre Quinta Angustia (1891) – Compuesta por José Font Marimont en París, esta marcha probablemente estuvo dedicada en origen a la Hermandad de la Carretería, conectando el Crucifijo con una de las devociones más antiguas de Sevilla.
- Nuestra Señora del Mayor Dolor (1927) – Manuel López Farfán dedicó esta obra a la titular de la Hermandad de la Carretería, reforzando la conexión musical de la hermandad.
- Paso de Palio (1950) – De Manuel Borrego Hernández, esta marcha incorpora sonidos que evocan el golpeteo de los rosarios en los varales del palio, conectando con la religiosidad popular.
- Procesión de Semana Santa en Sevilla (1922) – Pascual Marquina Narro retrata su idealización de una procesión sevillana, basada en su experiencia como director musical.
- Saeta Cordobesa (1949) – Pedro Gámez Laserna se inspiró en una saeta escuchada al Cristo de la Buena Muerte de Córdoba, uniendo Sevilla y Córdoba en un mismo sentimiento devocional.
- Saetas (1936) – Rescatada tras décadas en el olvido, esta obra de Manuel Borrego Hernández transmite la religiosidad y solemnidad de las saetas, siendo un homenaje a la Banda de la Cruz Roja.
- Santísimo Crucifijo de San Agustín (1999) – José Albero Francés compuso esta marcha para honrar directamente al titular, consolidando su importancia musical.
- Virgen de la O (1960) – José Gardey Cuevas incorpora temas de Albéniz para celebrar la conexión histórica entre la Virgen de la O y el Crucifijo en rogativas de sequía y epidemias.
Este repertorio, cuidadosamente diseñado para resaltar el simbolismo y la historia, se convirtió en la banda sonora perfecta para una jornada que Sevilla recordará como un hito que difícilmente volveremos a ver en Sevilla a corto plazo.