La situación que vive el cuerpo de bomberos de la provincia de Málaga es cada vez más insostenible. Falta de personal, equipamiento anticuado o una normativa que no se ajusta a la realidad actual son sólo algunos de los problemas que afronta este servicio en un momento en el que la sequía hace que dicha situación, ya de por sí delicada, se agudice todavía más.
Así nos lo explicaba Pedro Pacheco, representante del Sindicato Andaluz de Bomberos y miembro del Comité de Huelga: “Desde el 2012 se viene recortando en presupuesto e inversión. Este mismo año se desviaron 1,5 millones de euros procedentes de fondos UNESPA, dedicados a formación, equipamiento o vehículos”.
Otro de los problemas es la falta de personal. “Entraban 20 bomberos, pero se habían jubilado 30”, nos comentaba Pedro en el plató de 7TV Málaga. Esta casuística ha llevado a que se haya pasado de los 320 bomberos que tenía Málaga en el año 2008 a 240 en la actualidad.
Esto va más allá de un simple número. El parque de bomberos de Campanillas, inaugurado también en 2008, nunca se llegó a abrir por falta de personal. Zonas alejadas de la capital también tienen problemas para cubrir sus vacantes.
Muchos de los materiales también se encuentran obsoletos. Es el caso de los equipos de aire (el traje con el que actúan dentro de los incendios), los cuales han dejado de hacer las correspondientes revisiones. “Si ahora mismo los utilizamos y pasa un accidente, no estaríamos cubiertos”, señala Pedro.
Pacheco, en nombre del sindicato, pide que se redacte y apruebe una ley a nivel nacional que regule el trabajo de este cuerpo. Porque, aunque cueste de creer, un servicio como el de bomberos se rige mediante normativas municipales o de una magnitud similar.
Desde el sindicato han tenido ya algunas reuniones con diferentes instituciones, pero ninguna ha llegado a concretarse. Mientras tanto, cada salida a la calle sigue siendo, más que nunca, profesión de riesgo.